El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, aseguró ayer que los hechos del 11-M que la Audiencia y el Supremo declararon probados son «incontestables» y que nadie va a reabrir el caso, porque lo que se ha activado es una preinvestigación para confirmar la existencia de restos de unos de los trenes explosionados en aquellos atentados.

Torres-Dulce respondió así a las críticas de Pilar Manjón, presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, ante la investigación abierta tras la publicación en una página web de una información sobre la aparición de los restos de uno de los vagones del tren que estalló en la estación de Santa Eugenia y que estaba custodiado en Villaverde.

«Esos hechos probados son incontestables», aseveró el fiscal general, quien añadió que «no se trata en modo alguno de reabrir el caso del sumario del 11-M, sino de investigar unas afirmaciones descritas en una denuncia». Torres-Dulce explicó que aún no se puede ni siquiera hablar de prescripción ni de calificación delictiva, ya que es un paso previo para confirmar o no la existencia de esos restos y «ver la significación que tienen postproceso».

«En modo alguno eso supone reabrir algo que para el fiscal general o para cualquier autoridad significa que los hechos están ya probados y el sumario está cerrado», remachó. En cuanto a las afirmaciones de Pilar Manjón de que esa investigación emana de «la conspiración repugnante de unos fanáticos que no asumen que los atentados fueron cometidos por yihadistas», Torres-Dulce dijo que ésta le merece «el más completo y absoluto respeto, admiración y consideración» y tendrá siempre abierto su despacho.

En cuanto a que «el 11-M es un caso abierto y ahora más que nunca», según dijo la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, el fiscal general reafirmó que los hechos declarados probados ya están cerrados, que la «verdad jurídica» está contenida en las sentencias de la Audiencia Nacional y el Supremo y que hay que ser respetuosos con las decisiones de los tribunales. «Yo acato y respeto todas las decisiones de los tribunales de justicia, las favorables y las desfavorables, admitiendo el derecho a la crítica», concluyó. Las matizaciones de Torres-Dulce dejaron fuera de juego a Ángeles Domínguez, de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, quien dijo que «no es un caso cerrado».

La número dos del PP, Dolores de Cospedal, rechazó las críticas a Torres- Dulce por ordenar que se abran unas diligencias de investigación que el PSOE ve bien porque no implican reactivar una causa ya sentenciada. El ministro Alberto Ruiz-Gallardón expresó su respeto por el hecho de que las víctimas no tengan un discurso único.