La Audiencia de Zamora ha aplazado hasta mañana la lectura de conclusiones definitivas del juicio que se ha celebrado hoy por el presunto atraco de Jaime Giménez Arbe El Solitario en una sucursal bancaria de Toro (Zamora) cometido el 18 de marzo de 2007, debido a problemas de sonido en la grabación.
La vista oral continuará mañana al mediodía después de que hoy hayan declarado 17 testigos y el propio acusado, que ha defendido su inocencia, ha asegurado que sólo conoce Toro por "los álbumes de geografía" y que los registros policiales practicados tras su detención en Portugal en su vivienda y en una nave fueron ilegales.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Zamora han ordenado sobre las dos de la tarde de hoy la suspensión del juicio porque se registraron problemas de sonido en la grabación de la vista oral, por lo que en principio temieron que hubiera que repetir todo o parte del juicio.
Minutos después se comprobó que la grabación era correcta, por lo que el juicio puede continuar mañana al mediodía, cuando las partes elevarán a definitivas sus calificaciones provisionales y darán lectura a sus conclusiones, antes de que se dé la posibilidad del último turno de palabra a EL Solitario y concluya el juicio.
Jaime Giménez Arbe dormirá esta noche en la prisión salmantina de Topas y mañana regresará a la Audiencia Provincial de Zamora.
El que posiblemente es el atracador de bancos más famoso de España cumple pena de prisión en Portugal, aunque ha sido entregado temporalmente a las autoridades españolas para celebrar este juicio y uno que probablemente se celebrará en un Juzgado de lo Penal de Madrid, según ha informado su abogado, Marcos García Montes.
Este abogado ha agregado que ninguno de los testigos que ha declarado en el juicio ha sido capaz de identificar a su defendido como autor del atraco de Toro.
Giménez Arbe, que ya fue condenado en España a 47 años de cárcel por asesinar en Navarra a dos guardias, se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zamora por el robo con en una sucursal de Caja Rural en Toro de la que presuntamente se llevó cerca de 7.000 euros y en la que hirió al cajero porque el dinero le parecía poco
