El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado que la Unión Europea avala sus ajustes al haber aceptado que España tenga un déficit público en 2012 del 5,3 % del PIB, aunque no ha desvelado a través de qué medidas se obtendrá el ahorro de 34.000 millones de euros necesario.

El pleno del Congreso de los Diputados sobre los resultados del último Consejo europeo ha estado marcado por el tira y afloja entre España y Bruselas sobre el objetivo de déficit para 2012, que se ha saldado finalmente con un 5,3 % desde el 4,4 previsto inicialmente, pasando por el 5,8 que llegó a proponer Rajoy.

Pero el presidente ha dejado claro que "lo grave" no es este "baile de cifras", sino el hecho de que el anterior Ejecutivo hizo creer hasta el último momento a la Comisión Europea y al Eurogrupo que 2011 cerraría en el 6 %, como estaba pactado, cuando el desvío que se avecinaba era de 2,5 puntos más (algo más de 25.000 millones de euros).

Ha asegurado que después de este "gran baldón" para la credibilidad del país, se ha visto obligado a dar "muchísimas explicaciones" y "no ha sido fácil" convencer a las autoridades comunitarias de que "no tenía sentido alguno" mantener para este año el 4,4 % que también había pactado el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Por fin "se ha reconocido la solidez" de los argumentos de España con la petición de "un mayor esfuerzo este año y uno menor para el que viene", lo que a su juicio "supone un aval al principio de ajuste realista y equilibrado que defendía el Gobierno español y que ha sido entendido y apoyado por las instituciones europeas".

Tras considerar que "España deja de estar en tela de juicio sobre este asunto" al haber dejado claro que cumplirá el 5,3 % en 2012 y el 3 % en 2013, tal y como exige el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, Rajoy no ha querido dar nuevos detalles sobre cómo va a conseguirlo.

"No sé a qué viene la presión de que contemos unos Presupuestos que aún no hemos debatido en el Consejo de Ministros. No es justo que se me planteen cosas que no se plantean a nadie", ha respondido a los portavoces de los grupos que le reclamaban conocer a qué partidas afectará el futuro ahorro.

Sí ha confirmado que el ajuste adicional de 0,5 puntos para 2012 en el objetivo de déficit se asumirá en su totalidad por la administración central, pero a su vez las comunidades autónomas deberán hacer un esfuerzo mayor en 2013.

En total, para conseguir llegar al objetivo del 5,3 % en 2012 desde el 8,51 % con el que se cerró 2011 el reajuste ha de ser de más de 34.000 millones de euros, de los que 15.000 ya se aplicaron el 30 de diciembre con medidas como la subida del IRPF y el IBI.

Al respecto, el presidente ha recordado que esta subida de tributos es temporal -se aprobó para dos años- y pretende rectificarla en el caso de las rentas del trabajo "a la mayor brevedad posible".

Reproches de Rubalcaba

El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, le ha reprochado que no concrete los ajustes que prevé hacer y ha relacionado esa actitud con la cercanía de las elecciones andaluzas y asturianas.

No obstante, le ha lanzado una oferta de diálogo para celebrar un gran debate nacional que incluya a las autonomías con el fin de analizar los ajustes que hay que acometer y los servicios que, como sanidad o educación, hay que preservar.

Ha vertido críticas concretas al "tejemaneje de cifras" sobre el objetivo de déficit de las últimas semanas, momento en el que ha señalado que la flexibilización de los objetivos de déficit se podría haber enfocado de otra manera si el Gobierno hubiera presentado ya los Presupuestos Generales del Estado de este año en vez de estar escondiéndolos.

Josep Antoni Duran Lleida, ha reprochado al Gobierno no haber tomado ninguna medida que estimule realmente el crecimiento económico además de la del pago a proveedores.

De forma especial ha defendido establecer un "coeficiente de crédito" que haga que las entidades dediquen una parte de los depósitos y el ahorro que gestionan para favorecer los préstamos a la inversión productiva, en lugar de destinarlos sólo para sus propios planes de negocio.

El portavoz de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, ha reprochado a Rajoy que haya asumido el "corsé" del pacto fiscal, ya que lo ve "imposible" de cumplir sin poner en peligro el Estado social y provocar una grave destrucción de empleo.

Al nuevo objetivo de déficit se ha referido también el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien ha alertado de que puede ser factible matemáticamente, pero no políticamente, por lo que sospecha que el Ejecutivo se guarda una "carta debajo de la manga" para conseguir ampliar plazos.

Entre los miembros del grupo mixto, el portavoz de Amaiur, Rafael Larreina, ha avisado a Rajoy de que España camina hacia un Estado económico fallido, y la diputada de UPyD Rosa Díez, ha pedido recortar el Estado de las autonomías antes que el de bienestar.

En nombre del grupo popular, su portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, ha avisado a los socialistas de que seguirán citando la mala herencia recibida hasta que se consiga dar la vuelta a la actual situación económica.