El juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, ya tiene en su poder los 18 contratos que la sociedad pública AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) adjudicó a empresas de la «trama Gürtel» en la época que Francisco Álvarez-Cascos era ministro de Fomento. La noticia se conoció ayer, 24 horas después de que la Audiencia ordenara reabrir el caso y volviera a imputar por cohecho, fraude fiscal y blanqueo al ex tesorero del PP Luis Bárcenas, en aquellos años hombre de absoluta confianza de Álvarez-Cascos.

El ex tesorero, Jesús Merino, Gerardo Galeote y Jesús Sepúlveda aparecen mencionados como los cuatro cargos del partido que se repartieron dos millones de euros junto a un quinto que figura con las iniciales P.A.C. y que podría ser Francisco Álvarez-Cascos, según habrían dicho fuentes de la fiscalía y de la Policía a «El Mundo»..

De la documentación que el instructor de la causa sobre la red Gürtel había solicitado a AENA se desprende que, entre 2000 y 2002, fueron 18 las adjudicaciones a varias empresas vinculadas a Francisco Correa con las que la trama habría obtenido 2,2 millones de euros. La Agencia Tributaria cita como beneficiarias a TCM, Special Events y Pasadena Viajes.

El hecho de que se trate de «cantidades excesivas por servicios de poca importancia», según fuentes de la investigación mencionadas por «El País», habría llevado al juez Ruz a pedir a la Intervención General del Estado un informe sobre la legalidad de esos contratos. El instructor también quiere que se concrete la participación que, en los expedientes, tuvieron los dos imputados: Ángel López de la Mota, director de Comunicación de AENA siendo Cascos titular de Fomento, y José María Gavarri, de la empresa Centros Logísticos Aeroportuarios, participada por AENA.

Las empresas de Gürtel obtuvieron sólo por los contratos de AENA para el stand de Fitur 630.000 euros, según la Cadena SER. Un total de 240.000 euros por el contrato de 2001 y 390.000 euros por el del año siguiente. Hay, además, un pago de 32.000 euros por el montaje y desmontaje del stand de AENA en la feria SIL de Barcelona y otro de 71.200 euros por una operación similar con el escenario en la feria Turisport en Pontevedra.

El caso de estos 18 contratos de AENA fue incluido en el sumario merced a un informe en la Agencia Tributaria que los vinculaba con la «trama Gürtel». «El País» recordaba en su edición digital la charla de Correa con el ex edil del PP que denunció el escándalo, en la que el primero decía haber pagado mil millones de pesetas a Bárcenas por las adjudicaciones de Fomento en la «época de Cascos». El ahora presidente del Principado acusó en 2009 a policías, jueces y fiscales de un delito de filtración del sumario y negó haber favorecido a Correa.

Como instructor del «caso Gürtel», Pablo Ruz solicitó ayer a Suiza que reanude a la mayor brevedad la investigación sobre las cuentas de Bárcenas en ese país, después de que la Audiencia acordara volver a imputarle. El juez ya ha incorporado al sumario los autos, revocando el sobreseimiento de la causa en la que estaban también imputados Jesús Merino y Ricardo Galeote, dictado por el anterior instructor Antonio Pedreira. Una decisión a raíz de la cual las autoridades helvéticas dejaron en suspenso en septiembre la comisión rogatoria .

De hecho, uno de los argumentos por los que la fiscalía anticorrupción recurrió la decisión de Pedreira fue precisamente que esa comisión rogatoria aún no había sido contestada. Por su parte, la sección cuarta de la Sala de lo Penal ha ordenado que se traduzca íntegramente la totalidad de la documentación remitida por Suiza a Pedreira, tal como pidió la defensa de Correa.

Respecto al blanqueo de capitales que se imputa al ex senador y ex tesorero del PP, la agencia «Efe» recuerda que el fiscal mencionaba los ingresos poco claros de las cuentas de su esposa, Rosalía Iglesias, y el crédito de 330.000 euros que Bárcenas pidió en 2002 para comprar dos obras de arte. Así, explicaba que en realidad se destinó a obtener un título que le permitiera justificar tan importante ingreso en efectivo en una cuenta en el extranjero, que a su vez le permitió participar en la compra de un terreno junto con Francisco Correa y su sociedad británica, Rustfield Trading, aportando 150.000 euros.