«Han quedado pulverizados los esquemas de contratación de la Administración»

Urdangarín y las conclusiones que extraigan de la sentencia otros acusados célebres como María Antonia Munar son los efectos colaterales de un fallo que también castiga con dureza al PP, partido con el que dos presidentes que cometieron delitos gobernaron 19 años Baleares. El primero se libró por la prescripción de ilegalidades que la Audiencia creyó probadas. El segundo no ha corrido esa suerte.

Los fiscales solicitaron para Matas ocho años y medio y la condena es por seis. Suficiente para que éste se convierta en el primer ex presidente balear que entra en prisión. Eso es lo que podría pedir el ministerio público. Antes de conocer la sentencia, los fiscales estaban dispuestos a exigir el ingreso de Matas en la cárcel si la condena superaba los cinco años.

Es el caso. Aunque eso no quiere decir que Matas vaya a ir inmediatamente a prisión: el ex presidente presentará recurso ante el Supremo. Así que si los fiscales le quieren ya en la cárcel, será la sala de la Audiencia que le ha juzgado la que deba decidir si acaba en la misma prisión en la que ya están algunos de sus colaboradores.

En lo que su futuro inmediato se resuelve, Matas decidió guardar silencio sobre sus próximos pasos. Ni él ni su abogado acudieron a recibir el fallo judicial. ¿Cambiará Matas de estrategia tras el varapalo? Su letrado dejó entrever que la línea argumental se mantiene. Según el letrado, la sentencia se basa «en presunciones y no en pruebas». Considera así el fallo desproporcionado.

A Alemany le caen tres años y nueve meses de prisión por prevaricación, tráfico de influencias y falsedad documental. Y por todo ello el tribunal no sólo condena a Matas a prisión, sino que además le retira una condición que hasta ahora conservaba como ex president: ya no es Molt Honorable. Todo eso tras una sentencia en la que se le responsabiliza de dejadez pulverizados los esquemas de contratación de la Administración».