Cataluña y País Vasco respondieron ayer al anuncio de recortes por 10.000 millones en Sanidad y Educación hecho por el Gobierno que ambas son competencias transferidas a las autonomías, mientras que, en contraste, Madrid ha ofrecido devolverlas, en tanto que en el resto de regiones del PP la medida se recibió sin agrado.

Además de por la reivindicación o no de las competencias, las autonomías han quedado divididas también entre las gobernadas por el PSOE (Andalucía y Euskadi), junto a la canaria (gobernada por CC con apoyo socialista), que han rechazado la aplicación de los ajustes a los Servicios Sociales, y las del PP, que no han compartido esta posición.

Esperanza Aguirre dijo que la solución no son los recortes, sino las reformas legales, y se mostró contra el copago. Por el contrario, las comunidades del PP, como Extremadura, Valencia, La Rioja o Aragón, han acogido sin quejas, aunque sin agrado, la medida, que ha sido por ahora respondida con silencio desde Baleares, Galicia y Asturias.

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, manifestó que «no sabemos cuánto nos va a tocar del recorte» y acusó al Gobierno central de «haber roto todos los consensos».

La consejera de Enseñanza catalana, Irene Rigau, cree «altamente preocupante» el anuncio y avisó de que «existen unas competencias transferidas» a las comunidades. Tras criticar que «fallan las formas», indicó que «existe la gran duda de hasta dónde quieren llegar con el cambio de modelo autonómico» y si «quieren o no respetar las competencias».

El Gobierno vasco cuestionó que los ajustes vayan a afectar a su territorio, ya que se trata de competencias transferidas. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, ha asegurado que el recorte no se notará allí porque «no se va a aplicar».

Navarra, gobernada por UPN con apoyo del PSN, también ha mostrado dudas de cómo se verá afectada, no sólo por tratarse de competencias transferidas, sino también por la especial relación económica de esta comunidad foral con el Estado (una condición que comparte con Euskadi). El vicepresidente canario, José Miguel Pérez, afirmó que los recortes van a situar a España «en un salto atrás de más de 40 años» y ha advertido que «a Canarias la tendrán enfrente».

País Vasco, Andalucía, Navarra y Cataluña rechazaron además la forma en la que el Gobierno de Rajoy anunció el ajuste, a través de una nota de prensa.