Palma, J. F. MESTRE /

F. ARMENDÁRIZ

El escrito enviado el pasado lunes por el abogado de Diego Torres, en el que facilita nueve correos electrónicos en los que se nombra al Rey y a la Infanta Cristina, ha sorprendido tanto al juez José Castro como a los abogados. Y varios de ellos coinciden en que el ex socio del duque de Palma ha decidido pasar al ataque para presionar a Iñaki Urdangarín, sobre todo tras su declaración ante el juez, en la que lo responsabilizó de todas las irregularidades descubiertas en torno al Instituto Nóos.

Manuel González Peteers, defensor de Torres y de su mujer, Ana María Tejeiro, ya anunció la pasada semana que habría sorpresas. Y durante el fin de semana redactó un documento en el que aprovechó para mencionar, con tono irónico, el accidente de caza sufrido por el Monarca, al tiempo que incluye en el escrito que envió al juez una serie de correos electrónicos entre el duque de Palma y su cliente en los que se menciona la intervención del Rey en un negocio tutelado por su yerno.

«La entrega de estos correos no es casual», señalan fuentes próximas al caso, que recuerdan que hace poco que Torres sabe que los investigadores han localizado una cuenta secreta a su nombre en el extranjero, en la que supuestamente tenía depositadas sus ganancias. El Juzgado está ultimando los trámites para bloquear este dinero y se están investigando los movimientos de la cuenta.

Torres ha visto cómo se ha ido complicando su situación económica en los últimos meses. Fue despedido de la Universidad y sus negocios no tienen actividad. Además, sus ingresos se han visto prácticamente reducidos a cero. Fuentes próximas a Torres señalan que su principal temor es que pueda perder todo su patrimonio, unido al hecho de que es consciente de que su futuro profesional es muy complicado. Y ante este panorama el ex «número dos» de Nóos advierte con sus escritos de que no está dispuesto a asumir toda la responsabilidad del escándalo. Sabe que existen muchas pruebas que podrían implicarlo en delitos, pero no acepta asumir toda la culpa.

Este cambio de estrategia ya la está escenificando su abogado, que en la última declaración en la que intervino se mostró especialmente incisivo con un antiguo empleado de Nóos. El letrado interrogó a Antonio Ballabriga, ex director de Nóos y actual directivo bancario. Le preguntó si había mantenido contactos con Javier Ayuso, actual jefe de prensa de la Zarzuela, que anteriormente ocupó un alto cargo en la entidad bancaria en la que trabajaba el ex directivo de Nóos. Ballabriga reconoció que había hablado en las últimas semanas alguna vez con Ayuso, pero que también lo había hecho con Torres, sin dar mayor importancia a ninguna de las dos conversaciones.

En fuentes de la investigación se teme que los correos que entregó el letrado de Diego Torres el pasado lunes no sean más que una pequeña parte del material comprometedor que podría tener guardado para ir entregándolo a los investigadores según el rumbo que tome la investigación. Con todo, fuentes del caso coinciden en que estos correos entregados por Torres no van a cambiar la opinión del juez Castro sobre la posible imputación en el caso de la Infanta Cristina, que ha sido reclamada por la acusación popular, que ejerce el sindicato Manos Limpias.

El instructor de la pieza separada número 25 del «caso Palma Arena» interrogará el próximo 22 de mayo al ex socio del duque sobre los e-mails aportados por su abogado. En esos correos se relaciona al Rey, a la Infanta Cristina y a Urdangarín con gestiones para lograr patrocinadores para el proyecto «Ayre», un equipo de vela español en la Copa de América de 2009.

Emisores y receptores de los mensajes son Urdangarín y Torres; dos ex empleados de Nóos (Juan Pablo Molinero y Maite Zazo), dos empresarios mallorquines vinculados al mundo de la vela (Pedro Perelló y Jorge Forteza), y Agustín Zulueta, director general técnico deportivo de la empresa Desafío Español 2007.

Uno de los correos aportados al juez para tratar de implicar al Rey y a la Infanta en operaciones del duque de Palma revela que éste y Torres apoyaron la creación de un equipo de vela de alta competición para buscar un beneficio económico. Los mails recogen diferentes comunicaciones de agosto a octubre de 2007 referentes al proyecto «Ayre», que, aunque no llegó a cuajar, requería conseguir con cierta urgencia patrocinadores privados o públicos que aportasen unos 100 millones de euros.

En esos mensajes, Urdangarín informa a Torres de las gestiones que el Rey y la Infanta estaban haciendo para captar anunciantes y apoyos, entre ellos la cadena hotelera Iberostar, el BBV, la Generalitat valenciana y el Ayuntamiento de la ciudad del Turia.