El Gobierno no dejará que haya quiebras en las administraciones locales ni en las autonómicas porque «no es posible ni admisible», dijo en tono amenazante ayer el ministro Cristóbal Montoro en el Congreso, donde apeló en vano a la responsabilidad de los grupos políticos para apoyar los Presupuestos Generales del Estado, porque son «austeros, difíciles, pero también realistas», y «los que España necesita para salir de la crisis».

El titular de Hacienda defendió unas cuentas que «no tienen nada de amable», pero tampoco alternativa, ya que la reducción del déficit es «indispensable». Montoro culpó una y otra vez a la herencia recibida del PSOE y también a las regiones. En este sentido dijo que la falta de confianza sobre las cuentas españolas es culpa de las autonomías. «El Gobierno no ha creado esta situación», afirmó para avisar de que «no puede haber quiebras parciales». CiU desoyó su petición de retirada de las enmiendas a la totalidad presentadas por los catalanes y otros nueve grupos. En los pasillos el presidente Rajoy insistió en que la situación «es muy difícil y complicada».

El PSOE culpó al Gobierno de sembrar dudas para justificar sus recortes en un duro cruce de acusaciones entre Alfredo Pérez Rubalcaba y el Ministro de haberse engañado entre sí y a la ciudadanía, en particular en lo que se refiere a los objetivos de déficit público de 2011.

El líder del PSOE aseguró que tanto Montoro como el presidente Mariano Rajoy conocieron del Gobierno anterior los datos reales -el déficit cerró en el 8,51% en lugar del 6%- con «honestidad y transparencia». Rubalcaba culpó al PP de haber aumentado la desconfianza en el país con sus «torpezas, vacilaciones y errores», sobre todo en la elaboración de las cuentas públicas con las que los miembros del Gobierno pretenden «ser más alemanes que Alemania».

En un momento del debate Rubalcaba llegó a advertir a los populares de que con estos Presupuestos llevarán al país a «la quiebra social» y consideró «xenófobo» «dejar sin sanidad» a los «sin papeles». «Es un ejercicio de insensibilidad como la copa de un pino», repitió por dos veces, para, a continuación, cargar contra la «injusta» amnistía fiscal.

Montoro le respondió que el cierre de las cuentas de 2011 «fue un engaño más, muy grave, porque ha perjudicado la imagen de España frente a sus acreedores», y achacó a esta desviación gran parte de la dureza de los Presupuestos. El Ministro instó a los socialistas desoír a su líder y ponerse «al lado del Gobierno», porque «estamos en un momento crítico y difícil».

El Ministro aseguró que estos recortes son los que «necesita España en una situación de crisis excepcional y de recesión» y, tras reconocer que su dureza es «indiscutible», advirtió de que «no hay atajos» porque «el déficit nos aplasta como una losa». Acto seguido afirmó que subir el IRPF perjudica menos que aumentar otros impuestos.

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, rechazó retirar la enmienda a la totalidad porque la suya es, según dijo, la comunidad que sufre un mayor recorte de inversiones, del 45%, y Mariano Rajoy sigue sin apostar por estímulos a la reactivación. «Ya basta de ser cornudos y pagar la bebida», le espetó a Montoro, quien le respondió que Cataluña es una prioridad para el Gobierno y que España no saldrá de la crisis sin ella.

Tras abogar por un pacto de Estado para salir de la actual «situación de emergencia», Duran afirmó que los Presupuestos adolecen de falta de estímulos y tampoco las previsiones de ingresos le parecen creíbles. También lamentó que Montoro dé por saneadas las cuentas familiares, después de que el Ministro haya defendido que subir el IRPF perjudica menos a la economía porque «actúa sobre un sector, las familias, que están en situación financiera positiva».

Cayo Lara, de IU, criticó que el Gobierno siga realizando recortes «que no sirven para ganar la confianza de los mercados», como lo demuestra el estado de la prima de riesgo, mientras se está perdiendo la confianza de los ciudadanos.

La líder de UPyD, Rosa Díez, le echó en cara al Ejecutivo que no tenga una estrategia clara ni posea liderazgo político, lo que le lleva, a su juicio, a no saber explicar las medidas que toma. Además criticó que Rajoy demorara la presentación de las cuentas por motivos electorales, «lo que generó un grado de incertidumbre muy perjudicial para España». El diputado del PNV Pedro Azpiazu advirtió de que los presupuestos no mejorarán la situación ni sentarán las bases de la recuperación, ya que agravarán la crisis a corto plazo y dificultarán la salida a medio plazo.