El abogado del padre de los dos niños desaparecidos en Córdoba hace más de seis meses, José María Sánchez de Puerta, prevé que el juicio de este caso "si no hay nada nuevo, para noviembre o diciembre puede estar señalado", tras levantar el juez el pasado viernes la última parte del sumario que se encontraba bajo secreto y que conlleva una nueva ronda de declaraciones al padre de Ruth y José, José Bretón; la madre, Ruth Ortiz; familiares; presos, o agentes policiales.

En declaraciones a los periodistas al salir de la prisión tras visitar a Bretón y preparar el interrogatorio, que está previsto para próximos días, el letrado ha manifestado que después de analizar el sumario por completo "no existe una prueba de tal contundencia como para mantener a Bretón en prisión por las causas tan graves que pesan sobre él", destacar que se encuentra interno en prisión desde el 21 de octubre de 2011 imputado por la presunta comisión de los delitos de detención ilegal por desaparición de menores y de simulación de delito.

Al respecto, declara que "no existe ninguna prueba concluyente que lleve a deducir que Bretón ha participado en la desaparición de los niños" y lamenta que "lo único que se está intentando demostrar desde el principio es que Bretón miente", cuando, según él, "lo que hay que demostrar es si ha intervenido en la desaparición de los niños", pues, "que mienta o no, está en su pleno derecho".

Entretanto, destaca que de la última parte del sumario que se ha levantado, "no le ha sorprendido" y ha precisado que en la visita de este jueves a su cliente ha sido "muy importante porque se han clarificado muchos puntos, se han comentado bastantes temas y se ha preparado la próxima declaración".

En relación con las novedades del sumario que han trascendido, Sánchez de Puerta ha puntualizado que en la mañana de los hechos Bretón estuvo en casa de su hermana Catalina y la llamada que realiza la capta un repetidor de antena junto al "hospital militar, que está más cerca de casa de su hermana que de la finca --en la que estuvo con lo pequeños--, donde se pretende ubicar a José en aquella hora".

Así, insiste en que "no salió de casa de Catalina", que "no pudo coger el coche de su hermana porque estaba en un centro comercial", y además pone en entredicho que un testigo viera a Bretón en los aledaños de la parcela paterna de Las Quemadillas. En cualquier caso, subraya que "esto son puntos a debatir en la sala de audiencia", por lo que dará explicaciones "en el momento procesal oportuno" y apostilla que no va a "hacer un juicio paralelo".

Bretón "no dice la verdad"

Por otra parte, Sánchez de Puerta espera aclarar en el juicio "un informe de análisis de conducta que afirma que José Bretón no dice la verdad, que se encuentra nervioso en algunos momentos por los gestos y las posturas", y que ha sido adelantado por los medios televisivos.

En dicho informe, según el abogado, se recoge que "la familia de Bretón es proteccionista con él", algo que considera "muy subjetivo", porque "está hecho por personas muy implicadas en el asunto" y no le "extraña que una familia sea proteccionista con un miembro de su familia que está en prisión con estos cargos".

Mientras tanto, el letrado aún está a la espera del contraperitaje que solicitó a la prueba de la Universidad de Valencia que certifica "al 98 por ciento" que el padre de los niños no llegó al Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre, donde dice que los perdió de vista.

De este modo, una de las cuestiones que tratará de aclarar el juez con la nueva tanda de interrogatorios será contrastar el resultado de la reconstrucción practicada el día 15 de marzo, que ratifica que Bretón no llevó nunca a los niños al parque.

Según los registros de las grabaciones y los teléfonos, transcurrieron 12 minutos desde que salió del coche con sus hijos hasta que las cámaras de la Ciudad de los Niños lo grabaron pidiendo ayuda. En este espacio, "el tiempo calculado para llegar al instante de la pérdida diez minutos y dos segundos es claramente superior al momento en que José decide llamar a su hermano para comunicarle lo que ha pasado ocho minutos y 43 segundos; y no existe tiempo material para que el encartado hiciera siquiera el amago de buscar a sus hijos llama a su hermano a las 18,17,10 y las cámaras de la zona de ocio infantil lo captan a las 18,20,30. Esto es, apenas tres minutos y 20 segundos hasta que se le ve por las cámaras".

Para el togado José Luis Rodríguez Lainz, estos resultados "descartan, como debe descartarse, que el encartado tuviera dotes premonitorias, lo estuviera viendo venir y por eso se anticipa a llamar a su hermano, lo lógico es que estaría faltando claramente a la verdad, y que allí no perdió a sus hijos, simplemente, porque allí no los llevó", según sentencia el juez.