Palma, Felipe ARMENDÁRIZ

La Fiscalía Anticorrupción estudia pedir una fianza millonaria para Iñaki Urdangarín, una vez que la Agencia Tributaria aporte el informe que solicitó el juez instructor a propósito de los ingresos percibidos por el yerno del Rey, lo que ayudará a cuantificar el dinero supuestamente defraudado a través del Instituto Nóos.

Aunque Anticorrupción se encuentra a la espera de poder analizar la documentación de Hacienda sobre lo malversado y a partir de ahí calcular la cantidad a la que podría ascender la caución que los fiscales pidan, se estima que la cifra superará los dos millones de euros, según fuentes jurídicas. De momento, los investigadores apuntan que Urdangarín y su ex socio Diego Torres encabezaron una trama a través de la cual se habrían apoderado de 5,8 millones de los fondos públicos que percibió Nóos.

Torres ha pedido al juez ser citado para poder declarar y dar su versión de lo ocurrido en el Instituto Nóos entre 2003 y 2011. En concreto, quiere defenderse de las imputaciones dirigidas contra él por Urdangarín, su antiguo socio y quien le ha atribuido toda la responsabilidad en la gestión y la tramitación de los contratos de Nóos con las Administraciones públicas.

Tras más de un mes de incertidumbre, Torres ha decidido mover ficha: quiere romper su silencio. El ex profesor universitario fue citado a declarar el pasado 11 de febrero, junto a su esposa, la también imputada Ana María Tejeiro, una de las principales gestoras del grupo societario Nóos.

Torres y su mujer se acogieron a su derecho a no declarar, prerrogativa que Ana María Tejeiro ya había ejercido ante la Policía. La postura de Torres fue valorada como una estrategia para demorar su interrogatorio, a la espera de la declaración del resto de imputados y los testigos y de la culminación de las pesquisas policiales sobre las conexiones internacionales del supuesto entramado.

El día 11 de febrero declararon Marco y Miguel Tejeiro, cuñados de Torres y dos de los asesores del grupo. Marco Tejeiro, encargado de la contabilidad, explicó que trataba más con su cuñado que con el duque de Palma. «Urdangarín tenía acceso a todo lo relacionado con el Instituto Nóos y siempre supuse que las decisiones las tomaban en conjunto», aseveró el imputado.

Miguel Tejeiro, por su parte, aseguró que el Instituto Nóos «era dirigido por Iñaki Urdangarín y Diego Torres». Al igual que su hermano Marco, Miguel Tejeiro nunca cuestionó «la bondad de las facturas giradas contra Nóos» por otras empresas del grupo.

Torres ya ha declarado una vez ante el juez Castro y en una segunda ocasión (noviembre del año pasado) delante de la Policía y el fiscal Anticorrupción. El experto en «marketing» y mecenazgo afirmó que el duque de Palma era el «presidente del Instituto Nóos, con capacidad ejecutiva». Torres añadió: «Algunas decisiones las tomaba directamente el presidente y otras eran compartidas». Su nueva declaración no se hará presumiblemente hasta después del interrogatorio de Jaume Matas, el 17 de mayo.

Por otra parte, el Congreso ha vetado dos preguntas de ERC sobre el coche que Urdangarín condujo el día que compareció ante el juez instructor en Palma y el coste de su paso por el palacio de Marivent. El Gobierno deberá responder sobre qué seguridad puso para el duque y cuántos agentes se trasladaron y dedicaron a ese cometido.