El ex secretario de Estado de Transportes Isaías Táboas y el ex director del gabinete del ex ministro José Blanco, Javier Hurtado, reconocieron ayer en el Tribunal Supremo, que investiga al ex titular de Fomento en la «operación Campeón», que éste les pidió interesarse por una inversión de Azkar en Barcelona, y realizaron gestiones informativas.

Ambos dijeron al juez José Ramón Soriano, que investiga a Blanco por cohecho y tráfico de influencias, que el ex ministro nunca les pidió que hicieran gestiones para agilizar o conseguir licencias y negaron haber intermediado por indicación de su superior para que el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat concediera una licencia para construir una nave al vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, según informa «Efe».

Táboas, que antes fue secretario general de Presidencia de la Generalitat con José Montilla, aseguró en concreto que Blanco le dijo que había un problema con la empresa Azkar y unos terrenos del aeropuerto de Barcelona y que se interesase por el asunto. Entonces llamó a Orozco, que le habló de una inversión que podía crear 400 puestos de trabajo, por lo que pensó que no era de su competencia y le dijo que debía hablar con el alcalde.

El ex secretario de Estado admitió que ofreció a Orozco «hacerle el contacto» con el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, del PSC, a quien consultó si podía recibir a la empresa de Orozco, pero que no le hizo «ninguna mención» sobre una licencia porque sabe que «los trámites nadie se los puede saltar».

Táboas dijo que no volvió a saber del asunto hasta que unos meses después coincidió con el regidor, quien le comentó que «esa licencia ya había sido concedida» o que «este problema ya ha sido encarrilado». Por su parte, el ex jefe de gabinete de Blanco, Javier Hurtado Domínguez, confesó que el ex ministro le pidió que preguntase a la Dirección de Aviación Civil si había algún problema en Sant Boi relacionado con Azkar.

Hurtado hizo la gestión y comprobó que se trataba de una autorización para instalar una nave en unos terrenos del aeropuerto, que dependía de un informe de Aena y que «tardaría unos quince días en estar resuelto». A continuación aseguró que Blanco no le pidió ninguna otra gestión relacionada con la empresa de Orozco, ni que hablara con el alcalde. También dijo no saber de qué hablaron Orozco y Blanco en su reunión en Fomento, en la que el empresario preguntó al ex ministro cómo podía entrar en contacto con el alcalde de Sant Boi y en la que el ahora diputado le dijo: «Te hago una gestión y te recibe. No hay ningún problema».

Por último, el alcalde de Lugo, Xosé López Orozco, imputado en el caso, dijo ayer que es «incapaz» de prevaricar y que en el Ayuntamiento no se elaboran licencias «en servilletas». El principal encausado, el empresario Jorge Dorribo, declaró ante la juez que pagó por favores a algunos políticos, entre ellos el socialista López Orozco.