El Gobierno de Canarias y los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote recurrirán a todas las vías legales a su alcance para frenar las prospecciones de petróleo autorizadas ayer por el Consejo de Ministros a Repsol e instaron a los canarios a «no arrodillarse» y salir a la calle.

«Nos tratan como en otros tiempos, como si todavía fuéramos una colonia perdida en el Atlántico», dijo el presidente regional, Paulino Rivero (CC), en una comparecencia conjunta con los presidentes de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, los nacionalistas Pedro San Ginés y Mario Cabrera.

Las prospecciones de petróleo que Repsol pretende realizar a unos 60 kilómetros al este de las costas de ambas islas -tras el fallido intento de 2001 al que puso fin una sentencia del Tribunal Supremo- han marcado en las últimas semanas las relaciones del Gobierno de Canarias con el Ministerio de Industria, que dirige el líder del PP canario, José Manuel Soria.

Las principales instituciones canarias -Gobierno regional, Parlamento autonómico y varios cabildos y ayuntamientos- se han pronunciado en contra de esos permisos y varios colectivos sociales y grupos ecologistas han constituido plataformas para presentar alegaciones y organizar manifestaciones de protesta.

De todo el arco político isleño, sólo el PP y CCN -un partido que es socio de Gobierno de CC y el PSOE y en Madrid forma parte del grupo popular- apoyan sondear esos posibles pozos petrolíferos, que Soria sostiene que bastarían para abastecer el 10 por ciento de la demanda de crudo de España. Repsol alega que tiene indicios de que en la zona puede estar «el mayor descubrimiento de hidrocarburos de la historia de España».