La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció ayer que el Consejo de Ministros aprobará un anteproyecto de ley sobre transparencia, acceso a la información y buen gobierno que «reproducirá por primera vez recomendaciones éticas y códigos morales, con obligaciones jurídicas y legales, y con exigencias, conductas tasadas y límites claros».

Además incluirá un régimen sancionador en los niveles administrativo y penal «en el que se fijarán los márgenes para que los responsables públicos tengan claro lo que se debe hacer con lo que es de todos y lo que no se puede tolerar de ninguna de las maneras».

A juicio de Sáenz de Santamaría, esta reforma legal «es imprescindible» porque «dota a nuestro ordenamiento jurídico de una innovación que en el fondo resulta la consecuencia de nuestro pasado» y se «muestra consecuente con nuestro presente».

Por otra parte, el presidente, Mariano Rajoy, ya tiene sobre la mesa de su despacho las peticiones de más de la mitad de las comunidades, expuestas en la ronda de reuniones que mantiene con los responsables autonómicos para conocer de primera mano sus necesidades.

Hasta el momento, Rajoy se ha reunido con diez presidentes autonómicos, mientras que todavía no ha citado a los máximos responsables de los gobiernos de Andalucía y Asturias debido a las elecciones del domingo.

En las entrevistas celebradas hasta ahora un tema común ha estado sobre la mesa: el compromiso con los objetivos de déficit y las posibles medidas para controlarlo y cumplir los límites que marca la Unión Europea.

Algunos presidentes plantearon a Rajoy la dificultad que tendrán para llevar a cabo ese mandato de Bruselas y otros no dudaron en proponerle medidas para lograrlo, como el «copago» farmacéutico.

Artur Mas, presidente de Cataluña, ofreció a Rajoy su apoyo para sacar adelante las grandes reformas, pero descartó un acuerdo estable durante toda la legislatura. Mas no se olvidó de plantearle un pacto fiscal, pero para el Gobierno del PP este asunto no forma parte, de momento, de sus prioridades.

El pasado 28 de febrero Rajoy recibió al presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, quien a la salida del encuentro no dudó en reconocer las dificultades que tendrán las autonomías para cumplir con el objetivo del déficit.