El yerno del dueño del bar Faisán de Irún (Guipúzcoa), en el que el 4 de mayo de 2006 se produjo un chivatazo al aparato de extorsión de ETA, ha contradicho ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz la versión que ofrecen los policías imputados sobre la hora a la que se produjo el soplo.

Durante su declaración como testigo, Carmelo Luquin -marido de la hija del propietario del Faisán, Joseba Elosúa- dijo que su suegro fue corriendo a la perfumería en la que trabajaba, situada a unos metros del bar, y le dijo visiblemente «nervioso» que «un tío le había soltado un teléfono». Después se ofreció para trasladar a Elosúa a Francia, para que comunicara la existencia de la operación policial a José Antonio Cau Aldanur, que actuaba como enlace de los presuntos recaudadores con el aparato de extorsión de ETA.

Por otra parte, la Audiencia ha condenado a penas de 2 a 14 meses de cárcel a 18 aberzales por agredir en 2003 a ediles del PP en Llodio.