Alfredo Pérez Rubalcaba afirmó ayer que los resultados electorales del domingo demuestran que se está consolidando un cambio de ciclo, en el que los españoles le han dicho al PP «por aquí no» y han dejado claro que el PSOE es un partido al que no se puede ignorar.

A su juicio, los electores han marcado «unas líneas rojas claras» al Gobierno de Mariano Rajoy. El líder socialista dio luz verde a José Antonio Griñán para negociar la formación de Gobierno con IU en Andalucía. Según Rubalcaba, el 20-N cerró un ciclo y ahora se inicia uno nuevo, en el que continúa la crisis económica pero es el PP el que gobierna y el que está aplicando unas políticas distintas, algunas de las cuales ocultó deliberadamente durante la campaña, por lo que ha comenzado a pagar con la pérdida de votos. El líder del PSOE cree que los socialistas se encuentran en «el principio del camino» para recuperar la confianza mayoritaria de los españoles, perdida en las convocatorias electorales del año pasado, si bien es consciente de que «queda mucho por recorrer».

Rubalcaba se ha presentado ante la prensa muy contento y «muy cómodo». «Me siento francamente bien y además se me nota. Es un buen día para el PSOE; estamos satisfechos», dijo. Su número dos, Elena Valenciano, añadió que los resultados del 25-M son un balón de oxígeno, tras las duras derrotas del año pasado. Para el PNV, el resultado de Andalucía es un castigo al PP por las medidas de ajuste de Rajoy. CiU también consideró lo sucedido un toque de atención al presidente. UPyD consideró que los andaluces han elegido lo corrompido.

Mientras, ERC instó al PP a tomar nota ante la pérdida de crédito sufrida por el Gobierno, según apuntaron CC OO y UGT.