El presidente, Mariano Rajoy, pidió ayer desde Varsovia que no se creen «alarmas injustificadas» sobre la situación del país y que se actúe con prudencia y responsabilidad, porque España «no va a ser rescatada».

«No es posible rescatar a España, no hay intención, no se necesita. Nadie ha planteado un rescate y nadie va a plantearlo, ni está en la agenda de nadie. Vamos a seguir con el proceso de reformas. Vuelvo a llamar a la sensatez, prudencia y responsabilidad», dijo.

Rajoy defendió la serie de reformas emprendida por su Gobierno en 100 días, algo «sin precedentes», y que es la traducción de que el Ejecutivo cumple con sus obligaciones. «No debemos generar alarmas ni exagerar. Vivimos en una situación difícil, y el Gobierno está haciendo lo que tiene que hacer», subrayó.

El Presidente aclaró después que cuando pide prudencia y responsabilidad es un mensaje para «todo el mundo» y que no se refiere «a nadie en concreto». No a Nicolas Sarkozy, con quien se le ha preguntado si había mantenido algún contacto tras las declaraciones peyorativas del líder galo sobre la economía española.

Rajoy puntualizó que no quiere «polemizar con ningún líder ni dirigente» y se limitó a añadir que de quien sí ha recibido una llamada es del italiano Mario Monti. «Me dijo que no había dicho lo que se le había atribuido», explicó. El consejero el Banco Central Europeo José Manuel González Páramo señaló que los rumores sobre el rescate de España se desmienten por sí solos. Bruselas, por su parte, pidió unidad a los líderes europeos para preservar la moneda única, y el Fondo Monetario Internacional reclamó a España «más esfuerzos significativos» para salir de la crisis.

El presidente Rajoy abogó por «actuar con inteligencia» y por que su Gobierno mantenga su hoja de rutas de reformas.

De las reformas a corto plazo, las de la sanidad y la educación, el Presidente se preocupó por aclarar que no son «recortes». Mariano Rajoy subrayó que en ellas negocian el Gobierno y las comunidades autónomas y que todavía no hay acuerdos. Éstos se cerrarán la semana que viene en las respectivas reuniones sectoriales y serán trasladados al Consejo de Ministros para su aprobación «este mes».

Rajoy se mostró dispuesto a dar explicaciones en el Parlamento sobre este último asunto. «Hay que dejar trabajar», dijo. «Luego todo el mundo explicará las decisiones que se adopten», concluyó el presidente del Gobierno.