El PSOE quiere que don Juan Carlos ofrezca una explicación «adecuada» ante «el comprensible malestar e indignación» por el viaje cinegético a Botsuana (África). Su portavoz, Soraya Rodríguez, subrayó que el Rey es «conocedor» de la situación y que además sigue «de forma directa» las críticas de las que es objeto por la cacería de elefantes en la que se fracturó la cadera.

El principal partido de la oposición espera que don Juan Carlos se dirija a «la sociedad y diga algo al respecto». Soraya Rodríguez aseguró que el PSOE «entiende» y «comprende» las reacciones de la sociedad contra ese viaje de lujo realizado cuando los españoles sufren los rigores del desempleo y los recortes.

La portavoz añadió que Alfredo Pérez Rubalcaba pedirá en breve una audiencia para exponerle al Rey su desacuerdo. «Confiamos en que la monarquía está a la altura de la demanda de mayor transparencia», dijo, pese a que el líder socialista había advertido de que la agenda de don Juan Carlos es privada.

El socialista Antonio Hernando se mostró comprensivo con la declaración en la que Tomás Gómez levantó la veda sobre el debate sucesorio al instar a don Juan Carlos a elegir entre sus responsabilidades y abdicar. El líder del PS alavés, Carlos Prieto, traspasó ayer esa línea roja al cuestionar la utilidad de la monarquía por prácticas «tan poco edificantes» como «el enriquecimiento» de Urdangarín, el tiro en el pie del nieto mayor del Rey y su cacería de elefantes.

Sólo José Bono alzó la voz en defensa del Rey y avisó de que con un presidente de la República el 23-F «nos hubiéramos ido río abajo». El ex ministro denunció que «no hay proporción» en las palabras de Gómez y tachó de «necios» a los que piden la abdicación. En este enrarecido ambiente, fuentes de la Zarzuela aseguraron que don Juan Carlos estudia cómo hacer frente a la polémica y responder a las críticas.

Al salir ayer de visitar a su padre en el hospital, el Príncipe de Asturias eludió aclarar si está preocupado por la tormenta en torno a la cacería. Poco después, ante la pregunta de cómo está asimilando el Rey la avalancha de críticas, la Infanta Elena respondía a los periodistas: «No he oído nada, he estado trabajando».

El ministro Alberto Ruiz-Gallardón dijo que don Juan Carlos es el «principal activo de la democracia», llamó a respetar tanto la monarquía como a la figura del Rey y aseguró que el Gobierno se «siente profundamente comprometido» con el futuro de la corona, «la institución que más y mejor ha garantizado la libertades» y que en las últimas horas ha sido cuestionada por IU, el PNV y la mayoría de los grupos minoritarios de la izquierda y del nacionalismo.

Gallardón aseveró que el Príncipe se ganó ya su espacio, a la vez que resaltó su preparación. Frente al malestar «comprensible», el PP reafirmó su «plena confianza» en el Rey y la corona y consideró que lo que más debe preocupar ahora el que don Juan Carlos mejore. El portavoz Alfonso Alonso reprochó al PSOE que reclame explicaciones al Monarca. Carlos Floriano pidió a los socialistas prudencia porque «muchos excesos» hacen un flaco favor a la democracia.

UPyD se reafirmó en que el Rey debe disculparse por su «irresponsable viaje» e IU quiere que se le obligue a informar al Gobierno de todos sus viajes al exterior mientras que el PNV afirmó: «Nos ha abochornado». El Gobierno tachó de error y de poco ejemplar su comportamiento.