Madrid, Agencias

El presidente Mariano Rajoy volvió ayer a defender sin fisuras la necesidad de las políticas de austeridad y de las reformas para crecer e instó a las comunidades autónomas y, en concreto, a Cataluña, a hacer «política con mayúsculas» y pensar en el interés general. «Es el momento de hacer cosas juntos y cosas grandes porque el momento es difícil», dijo Rajoy.

Rajoy se negó a entrar en «líos» o discusiones y se declaró «absolutamente convencido de que todas las comunidades autónomas van a colaborar» para rebajar el déficit.

Preguntado por la posibilidad de que los recortes se traduzcan en una «primavera caliente» en la calle, señaló que el Ejecutivo, al margen de las movilizaciones que promuevan los sindicatos, «va a cumplir con su deber»: «Si no, no seríamos dignos servidores de nuestro país», afirmó.

«Creo firmemente que tengo que cumplir con mi deber», reiteró antes de advertir de que el riesgo es no encontrar financiación en los mercados, límite al que ya han llegado otros socios europeos.

Rajoy ratificó su apuesta por la austeridad porque, apuntó, es el compromiso que España adquirió al entrar en la zona euro. Y que él ya asumió cuando estaba en la oposición, cuando su mensaje era «cuidado con gastar lo que no tenemos y hagamos reformas».

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, garantizó el miércoles que las comunidades que se aparten de los objetivos de déficit público serán intervenidas, pero ayer Rajoy prefirió mostrarles su confianza.

«España somos todos (...), y en una situación tan difícil como la que estamos en estos momentos toca hacer política con mayúsculas y actuar con una visión a medio y largo plazo», manifestó.

Rajoy agregó que dialogará con todos los gobiernos autonómicos y reconoció que lo hará «muy particularmente con Cataluña y con CiU», formación que el miércoles rechazó el proyecto de presupuestos por no atender sus peticiones.

Le contestó su presidente, Artur Mas, quien consideró «impensable» que Cataluña acabe siendo intervenida por el Gobierno, ya que además de ser una medida «injusta», provocaría una reacción «muy fuerte» por parte de la población.

«Las políticas actuales nos dan la sensación de que el Gobierno no tiene las respuestas que Europa le está pidiendo a España», siguió Mas. La UE, recordó, recomienda «reformar los subsidios de paro, reducir los sueldos de los funcionarios estatales, introducir un copago real en la sanidad o subir el IVA».

En esta línea, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, dijo que hay autonomías que están en una situación financiera «mucho peor» que Cataluña y «puede ser que alguna sea intervenida».

Por su parte, la FEMP mostró su preocupación por la situación de 2.000 ayuntamientos que han presentado sus facturas impagadas para acogerse al plan estatal de pago a proveedores, pero sin adjuntar los obligatorios planes de ajuste.