Madrid / Sevilla, Agencias / F. G.

Muchos dirigentes políticos y sindicales alzaron ayer la voz para criticar en bloque la actitud del alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, en cuya defensa acudieron los altos cargos de IU, como Gaspar Llamazares, quien calificó el asalto a los supermercados de acto «simbólico» para denunciar la «situación crítica de muchas familias». El diputado de IU por Asturias defendió a Gordillo y tachó la reacción de «hipócrita, histérica y desproporcionada», ante un hecho que nada tiene que ver «con un acto delictivo», y reprochó al Gobierno que quiera «dar una trascendencia penal» a la protesta.

«Estamos viendo cosas que nos sorprenden, nos duelen y nos indignan. Por lo tanto, si fuera para una situación dramática para personas que están sufriendo necesidad incluso el Código Penal lo justifica», afirmó el político asturiano sobre los asaltos a supermercados, que explicó como una protesta sindical.

A Llamazares le escandaliza que la pobreza haya subido tres puntos y que más de un millón de familias no tengan un euro para vivir, y «reducen sus comidas al día». Por eso, «en estos momentos la situación debe llevar a una respuesta» de carácter social, porque lo contrario sería una degradación de la democracia, advirtió. Preguntado si haría lo mismo que Gordillo, respondió que todo depende de la situación.

También lo definió como acto «simbólico» el vicepresidente andaluz, Diego Valderas, quien no está de acuerdo con las «formas», pero sí con el fondo de los asaltos, que abren un debate sobre la riqueza y la pobreza. IU aclaró que ésa no es su estrategia, porque no sirve para arreglar las cosas, y pidió al ministro del Interior que no se comporte como «un sheriff del oeste», tras tachar su orden de detención de «metedura de pata veraniega» con la que la derecha pretende «crucificar» a Gordillo para dar un escarmiento. Valderas fue criticado por de la delegada del Gobierno, Carmen Crespo, por no condenar los «intolerables» sucesos. Para el PP, se trató de una «acción delictiva».

Desde el PSOE, Antonio Hernando lo calificó de «barbaridad» -la misma palabra que utilizó el presidente andaluz, José Antonio Griñán, para criticar el hecho- y subrayó que su partido rechaza «cualquier vulneración de la ley». «Extraordinariamente» preocupado ha dicho estar el líder de UGT, Cándido Méndez, para quien son necesarias otras estrategias para buscar salidas a la crisis. UPy D y el Partido Andalucista condenaron los asaltos.

«La reacción del Gobierno es hipócrita, histérica y desproporcionada»

<Gaspar Llamazares >

Diputado de IU por Asturias

«Ha sido una barbaridad. El PSOE rechaza cualquier vulneración de la ley»

<Antonio Hernando >

Dirigente socialista