Los acordes de "La Internacional" y el calor y cariño de los ciudadanos de Madrid han despedido hoy al histórico dirigente comunista Santiago Carrillo, cuya figura política y su capacidad para "no rendirse jamás" han sido reivindicadas en un emotivo homenaje celebrado en la sede de CCOO.

Los restos mortales de Carrillo, fallecido este martes en Madrid a los 97 años, han sido incinerados hoy en el crematorio del cementerio de La Almudena.

Previamente, en el auditorio Marcelino Camacho de la sede sindical, donde desde ayer ha estado instalada la capilla ardiente que han visitado unas 25.000 personas, decenas de ciudadanos han rendido hoy un último homenaje a la figura política de Carrillo.

Su mujer Carmen Menéndez, sus tres hijos Santiago, Jorge y Pepe, y todos sus nietos han presidido este acto junto al féretro y la imagen de Carrillo con la frase "El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana".

Santiago Carrillo hijo ha agradecido las muestras de cariño recibidas desde el martes, especialmente a los políticos y las autoridades, a los "viejos camaradas" -"tan presentes, tan cerca, con tanto calor"-, a los medios de comunicación, a CCOO y en general a las "decenas de miles de personas" que les han apoyado.

Ha señalado que la familia se siente "abrumada" por tanto apoyo y ha destacado especialmente el de los jóvenes, lo que a su padre le "habría gustado mucho".

Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, Santiago hijo ha recordado al "camarada y compañero", pero también al marido tras 67 años de matrimonio con Carmen, al padre -"nacimos en el exilio, fue nuestras raíces"- y al "abuelo muy querido".

En estos "tiempos muy difíciles" ha reivindicado la figura de su padre, un ejemplo que, a su juicio, ha enseñado a "no tirar la toalla nunca, a no rendirse jamás".

"Muchas gracias y hasta siempre papá", ha concluido Santiago, cuyas palabras han sido seguidas por un larguísimo aplauso con todo el auditorio en pie y acompañado por un solo de trompeta que ha interpretado "La Internacional" escuchada con el puño en alto.

En este homenaje también ha estado presente, acompañando a la familia, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, quien ha afirmado que "ahora que la política no vive sus mejores horas es el momento de reivindicar la figura de Santiago Carrillo".

Una vez finalizado el acto, el cortejo fúnebre ha salido de la sede de CCOO, en la madrileña calle Lope de Vega, donde decenas de personas se han agolpado para, de nuevo con el puño en alto y lágrimas en los ojos, darle su último adiós.

Como era el deseo del que fuera secretario general del Partido Comunista de España (PCE), sus cenizas serán esparcidas en el mar Cantábrico, concretamente en la costa de su Gijón natal.

Representantes del mundo de la política y de la cultura visitaron ayer la capilla ardiente de Carrillo, despedido de forma unánime como una figura imprescindible en la Transición española y clave para la consecución de la democracia.