Oviedo / Madrid

Unas seis mil personas, según la Delegación del Gobierno, confluyeron ayer en Madrid en los alrededores del Congreso de los Diputados, en respuesta a la convocatoria para rodear la Cámara. Los organizadores no facilitaron cifras.

Los choques con la Policía se generalizaron entre las siete y las nueve de la tarde en la plaza de Neptuno, con un saldo de 64 heridos, de los que 27 son policías ( uno de ellos con una brecha en la cabeza.) Uno de los manifestantes heridos se encuentra grave ya que, oficialmente, se le reprodujo durante uno de los choques una antigua lesión medular. Al cierre de esta edición habían sido detenidas 27 personas.

A primera horas de la madrugada fueron desalojados por la Policía , sin mayores incidentes, los centenares de personas que permanecían concentradas en la plaza de Neptuno, a unas decenas de metros del Congreso .

Los manifestantes, que, entre otros, lanzaron gritos contra los diputados, la Policía y el Gobierno, no pudieron acceder en ningún momento a las inmediaciones de la Cámara, ya que la carrera de San Jerónimo se encontraba blindada desde el lunes por la noche, situación en la que permanecerá hasta hoy. Fueron, precisamente, los intentos de desbordar los cordones policiales los que causaron los choques más violentos.

Las protestas se iniciaron al mediodía, cuando varios cientos de personas se concentraron en los dos puntos de encuentro designados por los convocantes, la glorieta de Atocha y la plaza de España. Tras celebrar sendas asambleas informativas, los manifestantes comenzaron a marchar a las 17.30 horas en dirección al Congreso, protegido por un dispositivo de más de 1.300 policías.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aludió a las manifestaciones subrayando que hay que escuchar a la calle cuando no hay violencia, pero matizando que también hay que atender a las urnas, cuyo resultado se refleja en el Parlamento. La Vicepresidenta añadió: «Cuando se hace violentamente (manifestarse) y ante la representación de la sede de la voz de todos los españoles, estamos hablando de otra cosa».