Madrid, Agencias

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció ayer que los «antidisturbios» reciben órdenes para que sean más contundentes y sugirió que el Gobierno está buscando «un muerto, ya sea policía o ciudadano», para distraer la atención y justificar mayor dureza hacia los que protestan por los recortes.

Así lo trasmite el SUP en una carta que hoy remitirá al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y que ayer envió a los medios de comunicación.

En ella, el sindicato mayoritario en la Policía relata que el martes miembros de distintas Unidades de Intervención Policial (UIP) estaban realizando el proceso de reciclaje ordinario en el centro de entrenamiento de Linares (Jaén), donde una televisión grababa el desarrollo de la instrucción.

El jefe de los «antidisturbios», el comisario José María Igusquiza, «insistió permanentemente en que había que ser más contundentes, dispuso la realización de prácticas con disparos de pelotas de goma y manifestó su disconformidad con lo "blandas" que son dichas unidades en algunas de sus actuaciones», asegura el sindicato.

Por ello, tres escudos de protección se rompieron debido al impacto de pelotas de goma, por lo que el SUP deduce que se dieron instrucciones de «vulnerar el protocolo de actuación no disparando al suelo, sino directamente a los escudos para que en el futuro se haga sobre los ciudadanos».

Además, ocho miembros de las UIP resultaron heridos de distinta consideración en tobillos, rodillas, ojos y testículos, y uno de ellos, jefe de una unidad, tuvo que ser trasladado a un centro médico.

El SUP remitió al Consejo de Policía -órgano que reúne a la dirección y a los sindicatos- un escrito denunciando estos hechos e incluye fotografías de las lesiones de los agentes.

Según el relato del SUP, la prueba en las que los policías resultaron heridos la realizaron dos grupos, que se posicionaron frente a frente a una distancia de 30 metros siguiendo las órdenes del jefe que les dirigía y se arrojaron pelotas de goma -unas 70 cada grupo-, cuando la recomendación es que estos lanzamientos sean a 50 metros y con rebote en el suelo.

Según el SUP, lo que ocurrió ayer es una «barbaridad que pretende establecer prácticas de actuación ilegales y peligrosas para los ciudadanos. Advierte el sindicato de que, si se continúa así, España se situará «más cerca» de la Policía franquista que de la «democrática que tanto trabajo nos costó construir».

Como ocurría entonces, vaticina el SUP, los policías tendrán que «ocultar» a sus vecinos e hijos su profesión por el «reproche» social que se producirá contra el Cuerpo.

Poco después, una fuente oficial de la Policía aseguró que el entrenamiento era para probar la resistencia de los escudos y negó que haya ninguna orden de disparar pelotas de goma a los ciudadanos.