«Soy como un toro bravo, me crezco con el castigo», dijo ayer el ministro José Ignacio Wert sobre la tormenta de críticas que le está cayendo encima por sus planes de reforma educativa, en especial por parte de la Generalitat de Cataluña.

El titular de Educación fue el gran protagonista del acto institucional celebrado en el Senado con motivo del 34.º aniversario de la Constitución. Wert no paró de recibir saludos efusivos y abrazos de los representantes del Partido Popular y fue de los pocos ministros que hablaron de política.

De hecho, se convirtió en el asistente más solicitado por los periodistas. Lejos de rehuir a los informadores, Wert se vino arriba y mantuvo varios «corrillos» con ellos y en algún momento tuvo que pedirles que le dejaran espacio para respirar.

En pleno disfrute de sus minutos de gloria, el Ministro aprovechó para tachar de «injustificada» la virulenta reacción de la Generalitat así como de la inmensa mayoría de las fuerzas políticas catalanas, que se lanzaron en tromba a descalificar su propuesta de reforma educativa.

Wert habló con José Montilla y tuvo que oír con una sonrisa cómo el ex presidente de la Generalitat le decía «menudo lío has montado». También charló con Rubalcaba. Al «¿Qué tal?» del socialista le respondió: «Superando tu entrevista», en referencia a la de RNE en la que Rubalcaba consideró «retrógada» e «ideológica» su reforma.

Aparte de Wert, los más habladores fueron Cristóbal Montoro y Luis de Guindos, quienes no ven claro el déficit de las regiones y creen que la UE tendrá que «relajar» los objetivos para España. El presidente Rajoy no se dio por enterado ante las preguntas sobre la no revalorización de las pensiones. El jefe del Gobierno tuvo una larga charla con Ana Botella y aceptó la chapa de «Sin periodismo no hay democracia» que le regalaron los informadores.

En la calle, miles de personas asistieron a manifestaciones en Barcelona y en Madrid en defensa de la unidad de España y de la Constitución, y en contra del desafío secesionista impulsado por el presidente catalán, Artur Mas.

Según la Policía Local, más de 7.000 (decenas de miles, según los organizadores) participaron en la marcha por Barcelona hasta la plaza de San Jaume, frente a la Generalitat, convocada por el Movimiento Cívico de España y Catalanes, con el apoyo del PPC, Ciutadans y UPyD. En Madrid, la Asociación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) logró reunir al mediodía en la plaza de Colón una concentración mucho más concurrida.

Cargos del PP, del PSOE, de UPy D y de Ciutadans firmaron el manifiesto titulado «España somos todos» de Denaes.