Madrid, Agencias

Incapacidad para controlar su departamento, parálisis de operaciones policiales, filtración de informes sobre líderes catalanes son algunas de las causas barajadas ayer para explicar la dimisión -oficialmente por «motivos personales»- del «número dos» de Interior, Ignacio Ulloa, cuyo cargo era el de secretario de Estado de Seguridad. La dimisión fue anunciada por la vicepresidenta Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La Secretaría de Estado de Seguridad ocupa un lugar muy relevante en la estructura orgánica del Ministerio del Interior ya que de ella dependen las Direcciones Generales de la Policía Nacional y la Guardia Civil, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA).

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, nombró ayer mismo a su jefe de gabinete, Francisco Martínez Vázquez, para sustituir a Ulloa. Martínez Vázquez nació en Madrid hace 37 años. Es Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia Comillas.

Tras conocer la dimisión, la Confederación Española de la Policía (CEP, uno de los dos sindicatos mayoritarios en el sector), calificó a Ulloa como «un gran profesional» y añadió que si su marcha se debe a un cese del Ministro «no es nada bueno».

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno desvinculó el relevo y la filtración de un informe policial publicado por el diario «El Mundo», en vísperas de las pasadas elecciones catalanas, que acusaba al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al ex presidente Pujol de cobrar comisiones de empresarios.

Sin entrar en el fondo de la pregunta, la vicepresidenta recordó que la filtración ha desembocado en la apertura de una investigación interna que se halla en curso y de la que, cuando acabe, se comunicarán las conclusiones.