Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Francisco Álvarez-Cascos fue quien encumbró a Luis Bárcenas al frente de las finanzas del PP y Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal fueron quienes prescindieron de él. Esa es a la conclusión que llega el diario «El Mundo» en su edición de ayer sobre la travesía del polémico economista por el PP.

l Hay más «malos» que Bárcenas. «El Mundo» asegura que Luis Bárcenas tiene en su poder cientos de recibís firmados por perceptores de sobresueldos en dinero negro. El diario subraya que este extremo está ratificado por colaboradores del ex tesorero en las finanzas populares, quienes también confirman que la estrategia del pago en «b» fue diseñada por la dirección del partido a partir de la llegada de Cascos a la secretaría general, en 1989. Inda y Urreiztieta escriben lo siguiente en su crónica de ayer, en referencia a las personas que trabajaban codo con codo con Bárcenas: «Todas ellas sienten veneración por él -"su trato como jefe era excelente, daba gusto trabajar con él"- y le siguen defendiendo a machamartillo: Ahora va a resultar que es el único malo de esta película cuando era el ejecutor de una estrategia diseñada desde arriba, en concreto desde que Paco Cascos llegó a la secretaría general».

l Un «modus operandi» del tardofraguismo casquista. En un suelto insertado en la información de Inda y Urreiztieta, «El Mundo» insiste en la teoría de que el «modus operandi» de los sobresueldos en sobres con dinero negro fue alumbrado cuando Francisco Álvarez- Cascos era secretario general y que fue Cospedal quien acabó con esta práctica: «Fue Cospedal la que, avalada por el presidente Rajoy, puso punto final a este "modus operandi" alumbrado en el tardofraguismo con Francisco Álvarez-Cascos de secretario general. La "número dos" del partido que gobierna España convino con Rajoy en la necesidad de finiquitar los pagos en "b" y blanquear toda la nómina. Y lo hicieron tras el congreso de Valencia de 2008, en el que lograron confeccionar una ejecutiva a su medida y sin personajes " sospechosos"».

l García Tizón prescindió de Bárcenas. También en «El Mundo», Carlos Segovia explica que el único secretario general que se enfrentó a Bárcenas fue Arturo García Tizón, «efímero número dos de Antonio Hernández Mancha, quien en 1987 rescindió el contrato a Bárcenas, que trabajaba entonces para Fraga. Al irse Mancha y Tizón, el oscuro personaje logró volver al PP con un plan. "Indignante", dicen en el partido».

l Carmen Navarro, la «insobornable». El diario de Pedro J. Ramírez asegura que en la búsqueda de personas «de fiar», Cospedal y Rajoy nombraron tesorero a José Manuel Romay, «intachable en el apartado ético», y gerente a Carmen Navarro, economista con fama de «insobornable».

l Las relaciones de Bárcenas y Sanchís. «El País» abunda en las relaciones empresariales de Bárcenas y Ángel Sanchís, procesado en el «caso Naseiro», un turbio asunto de financiación ilegal del PP en el que Cascos echó el resto para reconvertirlo en un supuesto montaje del PSOE y del juez Manglano.