El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho hoy que no se imagina un futuro mejor que "una Cataluña comprometida con España y a una España que entiende y quiere a Cataluña" y, para ello, ha ofrecido a los "soberanistas" y a los "inmovilistas" la reforma federal de la Constitución.

"Dudo que exista mejor forma de servir a mi país que defender hoy aquí este proyecto de futuro", ha subrayado durante el pleno del Congreso que debate la petición del Parlament de traspasar a la Generalitat la competencia para convocar referendos.

Ha querido dirigirse a esos "millones" de ciudadanos españoles que, según su opinión, creen que todavía existe esa España capaz de renovarse, de avanzar hacia una dirección federal para reconocer mejor la singularidad de los pueblos que la componen.

A aquellos que no están de acuerdo con el "inmovilismo ineficaz", pero que "tampoco quieren dejar a sus hijos una España separada de Cataluña, que no quieren un futuro para sus hijos de ruptura entre Cataluña y España".

Por eso, ha apelado también al espíritu de Josep Tarradellas para que Cataluña siga siendo la avanzadilla del bienestar, la prosperidad y la democracia como en la Transición, cuando "existía una Cataluña que pensaba en España y una España que sabía que tenía que recoger los anhelos de Cataluña para no ser incompleta".

La oferta de los socialistas es abordar una reforma de la Constitución que "actualice el pacto constituyente" y que "recoja las aspiraciones y singularidades" de Cataluña.

"Queremos seguir viviendo juntos; por eso queremos decidir juntos y por eso nuestra propuesta es sentarnos a hablar y buscar una solución a esos problemas de convivencia, y eso es una reforma de la Constitución juntos porque queremos seguir viviendo juntos", ha recalcado.

Y sería mediante un proceso de negociación "democrático", "transparente", "dialogado", "legal" y "participativo", palabras sacadas -ha dicho-, de la resolución que aprobó el 23 enero el Parlament sobre el derecho a decidir.

A su juicio, esa resolución es el origen de la discusión de hoy y su objetivo es la independencia y el derecho de autodeterminación, algo que "no está en ninguna Constitución del mundo" y que está "concebido para irse" al provenir históricamente de las colonias.

Tras argumentar que tampoco está de acuerdo con la independencia de Cataluña por "razones históricas, culturales, políticas, económicas y de tamaño, porque "España es muy pequeña", ha agregado un nuevo motivo y es que los socialistas defienden en Europa que se acaben las fronteras.

Durante su intervención ha sido muy crítico con el discurso "dañino e insolidario" de los partidos soberanistas catalanes y ha subrayado que le recuerda al de algunas fuerzas políticas en los países en el norte de Europa con los del sur.

Unos discursos que han ligado la independencia a una salida más fácil de la crisis que carece de todo fundamento económico, ha hecho hincapié, para señalar a continuación que "no es tolerable" el lema del "España nos roba".

También ha reconocido que la crisis está en parte del origen de las tensiones territoriales que se viven hoy en día, como también la decisión del Constitucional de tumbar algunos artículos del nuevo Estatut o la "campaña" política llevada a cabo por el PP entonces.

El secretario general del PSOE, que ha garantizado la unidad de criterio sobre este asunto con los diputados del PSC, ha confiado en que el debate de hoy sea "el principio de un diálogo, no el final".

Desde un plano jurídico, ha argumentado el rechazo de su grupo a la petición del Parlament porque la Constitución no permite a nadie la convocatoria de un referéndum autonómico con una pregunta que no afecta sólo a una comunidad, sino a todos los españoles.

Según ha explicado, CiU, ERC e ICV están reclamando al Estado "una competencia que no tiene".