La policía local R.G., de 41 años, que ha sido imputada por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, prestó su coche, un Volkswagen Golf, a una de las detenidas como supuestas autoras materiales de este crimen.

Concretamente a Montserrat Triana Martínez González, de 35 años, hija de María Montserrat González Fernández, de 55, de la que la Policía sospecha que efectuó los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco según apuntan los primeros indicios de la prueba de la parafina.

Según han informado a EFE fuentes de la investigación, madre e hija llegaron a las inmediaciones de la pasarela sobre el río Bernesga en la que fue tiroteada Isabel Carrasco en coches diferentes.

La madre en el Mercedes de dos plazas de su hija y ésta en el vehículo que le había prestado la policía local, con la que mantiene una relación de amistad.

La investigación ha determinado que ambas se dirigieron a la pasarela peatonal en la que fue abatida Isabel Carrasco por los disparos efectuados por la mayor de las mujeres, mientras su hija se encontraba muy próxima.

Tras asesinar a Carrasco, la madre entregó a su hija el arma y ambas emprendieron juntas la huida, aunque en un momento dado se separaron y cada una de ellas se dirigió al lugar en el que habían aparcado los vehículos en los que llegaron a la zona.

Montserrat Triana Martínez González se fue hacia donde estaba el Golf y depositó en su interior una bolsa con el arma homicida, mientras que su madre hizo lo propio en dirección al Mercedes.

Allí fue detenida gracias a que un policía jubilado presenció el asesinato y siguió a las sospechosas mientras iba simultáneamente informando a la Policía de su situación.

En el momento en que madre e hija se separaron, optó por seguir a la primera dado que era a la que había visto efectuar los disparos.

Seguidamente, llegó al lugar la joven que fue detenida unos minutos después que su madre.

La Policía valora "enormemente" la colaboración de este agente jubilado que permitió la detención de ambas sospechosas apenas unos minutos después de cometerse el crimen y advierte de que en caso de que hubieran logrado huir la investigación se hubiera "complicado mucho".

Según los investigadores, nadie habría sospechado de las detenidas por su perfil social y hubiera sido muy difícil el esclarecimiento del crimen.

Respecto a la policía local detenida, los investigadores se preguntan cómo tardó más de 30 horas en presentarse en Comisaría sabiendo que el día del crimen le había prestado su coche a una de las detenidas, independientemente de que hubiera localizado el arma o no.

Ese es uno de los indicios que, según la investigación, refleja "cierto grado" de implicación de esta persona con los hechos.

La Policía Nacional ha puesto a última hora de la tarde ante la autoridad judicial a las dos detenidas y en los próximos días citará a declarar a la policía local.