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Descendientes de una planchadora del rey

El Príncipe Felipe y el Rey Juan Carlos I. emilio g. cea

La familia Borbón de Llanes es descendiente de un hijo ilegítimo que tuvo el rey Felipe V, primero de la dinastía, con su planchadora, según explican. Se asentaron en Llanes procedentes de Soto del Barco hace décadas y durante la Guerra Civil un incendio arrasó los papeles que acreditaban sus orígenes.

La abdicación de Juan Carlos I es una cuestión familiar en Llanes. Los miembros de la saga de este concejo que lleva el apellido Borbón, según ellos como descendientes de un hijo bastardo aunque reconocido de Felipe V, viven con intensidad los avatares de la sucesión en la Corona que protagonizan sus parientes lejanos. Nunca quisieron distinción alguna. Tan sólo el reconocimiento de sus orígenes, que entroncan directamente con la Casa Real española. En parte, por eso, dan su apoyo al futuro Felipe VI.

"Jamás he intentado sacar provecho de mi apellido". José Manuel Borbón Concha estaba hace dos días en el dentro de salud de Llanes cuando se enteró de la noticia del siglo en nuestro país. Su pariente, Juan Carlos I, había decidido poner el punto y final a su trayectoria como monarca. "Creo que está bien que abdique. Soy monárquico, pero no por el apellido. Creo que ha sido una decisión oportuna. La fruta bajo mi punto de vista está mejor un poco verde, pues cuando madura puede llegar a pudrirse", dice.

El parentesco el Rey de España con la familia de Borbón Concha es más real de lo que se puede pensar. Su padre José María llegó a Llanes en compañía de sus siete hermanos procedente de Soto del Barco a principios del siglo XX, huyendo de la cólera de un militar que se apropió de sus bienes. "El duque de Anjou, después Felipe V, tuvo un hijo con una antepasada mía que era su planchadora", explica. De ahí que en su carnet de identidad aparezca el primer apellido de la primera familia de España.

"Soy tres años mayor que el Rey así que, cuando preguntan por mi apellido, siempre digo que el Rey es pariente mío, no que yo soy pariente del rey", bromea. Los Borbones llaniscos saben que descienden de Felipe V, pero no lo pueden demostrar porque los documentos que prueban sus raíces desaparecieron durante la Guerra Civil, tras un incendio en la casa de una de sus antepasadas.

Pero, a pesar de que ya no hay papeles que enseñar, José Manuel Borbón dice estar muy agradecido a la Familia Real. A lo largo de su vida sólo ha recurrido a sus parientes una vez. Cuenta que fue cuando a través de una carta se dirigió en el año 1984 a la Casa Real para que le ayudase con una de sus hijas, que tiene un ochenta y tres por ciento de invalidez. "Me atendieron muy bien y mi hija pudo ingresar gracias a sus gestiones en el Sanatorio Marítimo de Gijón", destaca, mientras sostiene una carta firmada por Sabino Fernández Campo con el membrete de la Corona. "Les estoy agradecido", dice este hombre, cantero de profesión, poeta, cantante y compositor en sus ratos libres, además de gran aficionado al mundo de los bolos.

Salvo en aquella ocasión, Borbón Concha asegura que nunca ha vuelto a tener contacto con La Zarzuela. "Jamás me ha dado por molestar. Sólo lo hice por mi hija y sólo lo volvería a hacer por una situación parecida", asegura. Su hermana Marisa Borbón Concha, ya fallecida, sí que procuraba mantener contacto con la jefatura del Estado. La hija de ésta, Fabiola Perela Borbón, recordaba ayer cuando, en 1993, su madre envió un telegrama al Rey por el fallecimiento de su padre, el conde de Barcelona, que fue respondido de manera inmediata.

Ahora, en pleno siglo XXI, la rama llanisca de los "Borbones" goza de muy buena salud. José María tiene cuatro hijos: dos hombres y dos mujeres. Y uno de ellos, Benjamín Borbón Gutiérrez, ha tenido otro descendiente varón: Marcos. De momento, este joven garantiza que el regio apellido siga vivo en la villa de Posada Herrera durante una nueva generación.

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