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Adriana Lastra, en la piragua que entra la primera

La diputada asturiana, oriunda de Ribadesella, salta a Ferraz a base de mantenerse fiel al partido

Adriana Lastra, junto a Pedro Sánchez y María Luisa Carcedo. MÓDEM PRESS

Dice el refrán que vale más llegar a tiempo que rondar un año. En el caso de la diputada asturiana Adriana Lastra (Ribadesella, 1979) no se aplica: ha rondado por reuniones, asambleas y cargos orgánicos desde hace años, participando en la vida interna del PSOE, no siempre pacífica, y logrando situarse, a fuerza de fidelidad, en la piragua que entra la primera.

Estudiante de Antropología Social y Cultural, su implicación en la vida del PSOE cuando contaba sólo 19 años ha alargado sus estudios, que siguen sin finalizar: un caso bastante común en los jóvenes que echan los dientes en los partidos y prueban pronto el venenillo de la política, como el actual alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, que aún no logró arrancarse la espina de su licenciatura en Derecho.

Lastra se afilió a Juventudes Socialistas en 1998. Dos años después entró a formar parte de la dirección del PSOE en Asturias. Los que la conocen y han trabajado con ella dicen que es "una apasionada" de la política, y que pone al partido por encima de muchas cosas. También ha sido beneficiaria de un PSOE que selecciona perfiles y busca después a las personas adecuadas para ajustarse a ellos (mujer, del Oriente, joven, para integrar listas "cremallera" por tal circunscripción: ese tipo de cosas).

Trabajó junto a Ana Rosa Migoya, pero después ambas se distanciaron, y colaboró estrechamente con personas como Benjamín Gutiérrez Varela, entonces secretario de Organización de la FSA, y posteriormente secretario de Política Municipal. Cuando comenzó a haber diferencias entre Gutiérrez Varela y la actual dirección del PSOE, el ex concejal y ex diputado dejó la dirección regional del partido, y Lastra ocupó su puesto. Corría el año 2008, y la joven riosellana ya era diputada regional. Como responsable de Política Municipal del PSOE, le ha tocado bregar con "panchos" como el de Cudillero, el de Pravia o el de Siero, aunque hay quien dice que esos fiascos no deberían ponerse en su haber. "Echarle la culpa sería injusto, porque fueron crisis que materialmente gestionaron otras personas", aseguran algunos socialistas. Aunque ella está dispuesta a dar la cara por el partido también en momentos de tensión, como cuando acudía a los Plenos de Cudillero a arropar al ex alcalde, Francisco González, y a sus polémicos sucesores. Ahora pasa a la Ejecutiva de Ferraz, a propuesta de la FSA. Será una de las 20 mujeres y 18 hombres que acompañarán a Pedro Sánchez en su intento de cortar la hemorragia de votos.

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