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María Luisa Carcedo estaba casi desde el principio

Médica y representante en el Congreso, lleva en política desde los tiempos de Pedro de Silva

Decir "desde los tiempos de Pedro de Silva" no es decir "desde los tiempos de Maricastaña", pero casi: María Luisa Carcedo lleva tantos años en la política asturiana (más de treinta) que a muchos les parece que estaba ahí casi desde el principio. Nacida en San Martín del Rey Aurelio en 1953, licenciada en Medicina y diplomada en Medicina del trabajo, era médico de familia cuando empezó en política y ya no lo dejó: fue directora regional de Salud Pública del Principado de Asturias, consejera de Medio Ambiente y Urbanismo y diputada en la Junta General del Principado entre 1991y 2004, cuando se presentó en la lista del PSOE al Congreso y dio el salto a la política nacional. En las elecciones de 2008, volvió a obtener un escaño en Madrid, donde continúa en la actualidad.

"Trabajadora obsesiva y perseverante", según la definen sus compañeros, lleva a sus espaldas muchas elecciones, ganadoras y perdedoras, y muchos congresos agitados, como el que vivió la delegación asturiana en Madrid.

Como Adriana Lastra, la otra asturiana que entrará con ella en la Ejecutiva de Pedro Sánchez, es fiel a la disciplina del partido: ambas estaban dispuestas a plantar a Pedro Sánchez si Javier Fernández quedaba fuera de la nueva cúpula socialista, un "sacrificio" que al final no fue necesario, aunque algunos miembros de la delegación aseguran que no se trataba de un paso fácil y que ambas, durante las horas en las que sus cargos estuvieron en el aire, pasaron "nervios y disgusto".

Cercana a Javier Fernández, dio sin embargo su apoyo a Pedro Sánchez en las primarias del pasado 13 de mayo, y lo intentó hacer con discreción, porque detesta que las cosas internas del partido se aireen en los periódicos. Pero fue inútil: era tan llamativo que se desviara de la línea oficial del partido en Asturias, que era "pro-Madina", que su acercamiento al nuevo líder del PSOE acabó saliendo a la luz. En la nueva Ejecutiva, entra como responsable de Bienestar Social, y su nombramiento fue propuesto por el nuevo secretario general, hasta hace pocas semanas un perfecto desconocido para la mayor parte de los españoles, y también de los socialistas, pero al que Carcedo trataba por pertenecer ambos al Grupo parlamentario del PSOE. Carcedo, que dejó la medicina por la gestión sanitaria, después por el gobierno autonómico y finalmente por la actividad parlamentaria, estará encargada de coordinar las actuaciones del PSOE en Bienestar Social. Ella intentará aportar su granito de arena para encontrar una cura.

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