Mujeres que han roto el círculo de la violencia de género defienden su papel como supervivientes, rehuyendo de la definición de víctimas, y comentan a Efe cómo a través del trabajo han recuperado su vida, convirtiendo su capacidad de resistencia en un activo para las empresas.

"La sociedad nos sigue viendo con el ojo morado, en lugar de vernos como mujeres empoderadas y trabajadoras", asegura Ana Bella Jiménez, responsable del Proyecto Escuela Social del mismo nombre, que ofrece formación y empleo a mujeres supervivientes como un paso clave en el camino para dejar atrás la violencia.

Mujeres asesinadas por violencia de género en 2014

Con esta iniciativa, que ha sido reconocida este año como el Mejor Proyecto de Colaboración Empresa-Sociedad de Europa, las mujeres consiguen liberar "su potencial y enfocarlo en su propia inserción y como trabajadoras eficaces dentro de sus empresas", destaca.

"Las mujeres que hemos sido maltratadas no somos el problema, somos parte de la solución", defiende Ana Bella Jiménez, quien insiste en la necesidad de que la sociedad deje de considerar a las mujeres maltratadas como "pobres víctimas".

Por ello, este proyecto, que ya ha beneficiado a más de 150 mujeres, no sólo facilita "un trabajo trampolín para reconstruir sus vidas", sino que las mujeres se convierten en "agentes de cambio, contribuyendo al desarrollo económico y social de las empresas".

"Somos mujeres muy comprometidas, que no nos rendimos fácilmente, que vamos buscando el éxito a pesar de que nos duela; somos mujeres perseverantes y tolerantes, que resistimos la frustración y que seguimos adelante con una sonrisa, y eso lo trasladamos a nuestro trabajo", señala la responsable del proyecto.

Cuando se cumplen diez años de la Ley Integral contra la Violencia de Género, Ana Bella Jiménez valora que esta legislación haya conseguido que "muchas mujeres hayan roto su silencio".

"Es el turno de que cada uno de nosotros seamos ejemplo de igualdad, así ninguna mujer será maltratada", apela Ana Bella Jiménez, quien recuerda a los padres que deben estar atentos y ser un ejemplo de igualdad para sus hijos.

"Las mujeres supervivientes nos estamos formando para detectar las señales de alarma, que nosotros no vimos, pero que pueden dar una pauta a nuestros hijos de que esa relación es abusiva y que puede derivar en un maltrato", indica.

Reforzar la educación

En este sentido, otra superviviente del maltrato Ana María Cambrils, cree imprescindible reforzar la educación, sobre todo de los adolescentes varones, para que puedan asumir "la revolución de género que están protagonizando las mujeres".

"La sociedad está cambiando, las mujeres están cambiando, pero los que no cambian son ellos; las mujeres han dejado de ser sumisas y los chicos no están acostumbrados y educados para comprender ese cambio", señala esta madre de dos hijas adolescentes, a las que dice que ha trasmitido su forma de pensar, "aunque la sociedad tira y es una lacra muy fuerte y pesada".

Aconseja a todas las víctimas denunciar, pero también buscar el apoyo institucional o de grupos de mujeres "para seguir adelante".

"Yo tengo estudios, pero durante los años que viví el maltrato lo dejé todo, mi vida se limitó a mi casa y después te cuesta remontar una vida laboral y social", indica esta superviviente, quien agradece el trabajo en este proyecto con el que ha remontado.

La directora de responsabilidad social corporativa de Danone, Esther Sarsa, una de las empresas colaboradoras, ha señalado que las trabajadoras se convierten en "excelentes embajadoras" de sus productos, asesorando a los clientes en las campañas que desarrollan en los supermercados.

"El trabajo es una de las herramientas para salir de la violencia de género, porque permite la independencia económica, pero también sirve a las mujeres para empoderarse como trabajadoras sirviendo a la sociedad", ha añadido.

Según este grupo empresarial, las mujeres que han participado en el proyecto laboral han contribuido a reducir el absentismo en más del 90 por ciento en los establecimientos que forman parte de este proyecto, en los que se han incrementado las ventas y mejorado la calidad el servicio.