Tres empleados de Aena declararon ante el juez Pablo Ruz que a partir del año 2000 hubo presiones, amenazas y expedientes amañados para que las empresas de la "trama Gürtel" se llevaran todas las adjudicaciones sobre montajes de ferias. La Empresa Estatal de Navegación Aérea firmó, según la Policía, un total de 27 contratos por un valor de 2,4 millones de euros con Special Events, Pasadena Viajes o FSC entre los años 2000 y 2002, cuando Francisco Álvarez-Cascos era ministro de Fomento.

Las declaraciones realizadas como testigos el pasado día 2 ante el juez de la Audiencia Nacional por los empleados de Aena Esperanza Escudero, Ignacio Montesinos y María Rosario Plasencia han dado un impulso decisivo a la pieza separada del "caso Gürtel" en la se que investiga el supuesto trato de favor a empresas del grupo de Francisco Correa en aquellos años.

Según se recoge en las grabaciones, los tres empleados que trabajaban en el departamento de relaciones públicas e imagen del gestor aeroportuario dependiente de Fomento coincidieron en señalar a dos imputados en la causa, el exdirector de Comunicación Ángel López de la Mota y José María Gavari, como las personas que decidían las empresas a contratar.

A los testigos les llamaba la atención que aunque las empresas adjudicatarias de los contratos figuraban con diferentes nombres -Special Events, FCSY y otras sociedades del grupo Correa-, sin embargo, las personas que hacían los trabajos eran siempre las mismas.

La jefa del departamento de Imagen Corporativa y Publicidad de Aena, María Rosario Plasencia, afirmó ante el juez que "entre los dos decidían qué empresas tenían que ganar el concurso". "Lo que hacían era un informe técnico amañado en el que siempre ganaban unas empresas, que eran siempre las mismas, porque en el stand siempre estaban las mismas personas, y a Correa se le veía por allí", añadió.

La testigo explicó que cuando en 2000 el PP volvió a ganar las elecciones, esta vez por mayoría absoluta, el director de Comunicación que precedió a De la Mota, Carlos Eduardo Rodríguez, "empezó a hablar de Correa", en el sentido de que "había que contactar con él para acciones de cualquier tipo".

"Me dijo que era muy barato", indicó María Rosario Plasencia, quien destacó que a partir de ese momento siempre se adjudicaban contratos a las mismas empresas a pesar de que "la calidad de los stands era ínfima". La situación no pasó desapercibida. Las compañías del sector con una larga trayectoria en el montaje de ferias le llamaban "escandalizadas" porque era una "vergüenza" que se les hubiera dejado de contratar en favor de las de Francisco Correa.

La testigo contó al juez Ruz que le hicieron firmar una serie de documentos relacionados con estas contrataciones, pero en un momento dado dejó de hacerlo porque las desconocía e "intuitivamente no parecían claras o correctas". "La impresión que flotaba es que siempre era la misma empresa, que no era limpio", dijo.

En el mismo sentido se pronunció Ignacio Montesinos, otro testigo que trabajaba en el Departamento de Relaciones Públicas: "Lo que más me llamaba la atención es que eran diferentes empresas y siempre era la misma gente. Eran diferentes nombres, diferentes empresas, pero la gente que luego estaba allí realizando montajes o atendiendo el bar o el stand era la misma", afirmó.

Reconoció que cuando llegó De la Mota a Aena aumentó el número de ferias en las que participaba la empresa pública y él "no veía lógico" tomar parte en algunas de ellas. "Recuerdo una en Silleda que era en un campo de vacas", subrayó. Gavari les indicaba, tanto a él como a una compañera suya jefa de Relaciones Públicas, las empresas que debían contratar para las ferias. "Nos llegaba una hoja diciendo: 'Esta empresa hay que invitarla', y punto", aseguró Montesinos al juez a preguntas de las fiscales del "caso Gürtel".

La compañera, que se encargaba de las ferias y recibía órdenes de Gavari, le confesó su "malestar por ese tipo de presión". Ese comportamiento con la misma empleada lo corroboró otra testigo, Esperanza Escudero, quien dio cuenta de las amenazas a Elena Pérez Fontes. "Elena me contó que este señor quería que se puntuara el informe técnico con arreglo a lo que él quería y si no podía poner su puesto de trabajo en juego".

Elena Pérez Fortes fue la primera empleada de Aena en vincular ante el juez los contratos a la "trama Gürtel" con la llegada de Cascos a Fomento en 2000. La trabajadora acudió voluntariamente a la Audiencia a declarar el pasado 11 de marzo. Aquel día ratificó ante Pablo Ruz lo que había dicho ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía.

En concreto, afirmó que Mota, responsable de Comunicación designado por Cascos, le marcó como objetivo adjudicar contratos a Special Events y que había asignado en contra de su voluntad seis. Ante la UDEF dijo que la entrada de Francisco Correa "se correlaciona temporalmente con el nombramiento de Cascos" como titular de Fomento y que las contrataciones con Gürtel empezaron con la llegada a Aena de López Mota. Éste y Gavari fueron contratados por Florentino Alonso Piñón, jefe de prensa de Cascos, cuando trabajan en la sede del PP.

El pasado verano, otra empleada de Aena, que responde las iniciales M. P. P., declaró a la Policía que su superior le espetó: "Ahora que viene Cascos al Ministerio conviene que contrates con esa empresa" y que en alguna ocasión le habían sugerido trabajar con Correa.

Álvarez-Cascos aseguró ayer a la Cadena SER que "desconocía este asunto e incluso que Aena participase en ferias o eventos internacionales". El exministro añadió que la agencia, con 8.000 trabajadores, tenía estructura de un organismo autónomo y que él "no estaba al detalle". Fuentes de Foro Asturias consultadas por este periódico dijeron que no habría ninguna declaración sobre este asunto. El vicesecretario general del PP, Carlos Floriano, pidió que el juez "investigue hasta el final" y que "se diriman las responsabilidades pertinentes".