El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho hoy una cerrada defensa de la estabilidad que proporciona el actual modelo político español y que hará posible en 2015 lo que ha denominado "el despegue definitivo de la economía", al tiempo que ha alertado del retroceso que supondrían determinados proyectos.

Rajoy ha hecho balance del año y ha expuesto sus previsiones para el próximo ejercicio en una comparecencia ante los periodistas tras la última reunión del Consejo de Ministros en 2014, en la que ha fijado como prioridades, además de la economía, la lucha contra la corrupción y la respuesta al desafío soberanista catalán.

El jefe del Ejecutivo ha ido desgranando una serie de datos (principalmente los relativos al empleo) que, a su juicio, hacen patente que se están recogiendo los frutos de las reformas y se está avanzando para lograr el objetivo de recuperar el bienestar que se llevó la crisis.

Tras reiterar su frase de que estas son "las primeras navidades de la recuperación", ha rechazado caer en el triunfalismo, ha asegurado ser realista y ha explicado que si 2012 fue el año del ajuste, 2013 el de las reformas y 2014 el de la recuperación, el próximo año será el del "despegue definitivo de la economía".

Tras subrayar que España ha pasado la crisis sin menoscabar el sistema de protección social, ha puesto en valor la "modesta" revalorización de las pensiones y del salario mínimo aprobado hoy por el Gobierno teniendo en cuenta la baja inflación existente.

Para el presidente, la reforma fiscal que entrará en vigor el próximo 1 de enero va a suponer también "el espaldarazo definitivo al crecimiento económico y la competitividad".

Ahora, después de todo lo conseguido y ante lo mucho que queda por hacer, ha instado a "no bajar la guardia ni dar marcha atrás" poniendo en peligro las reformas que han propiciado la recuperación.

Elogio a la alternancia entre PP y PSOE

Ha sido entonces cuando ha elogiado el sistema político español que ha hecho posible la alternancia entre dos grandes partidos al frente del Gobierno y, sin citar explícitamente a Podemos, ha invitado a preservarlo frente a "otras cosas" que lo único que generan es "inestabilidad, falta de progreso, retroceso y falta de bienestar".

En ese contexto, ha recordado que el sistema de dos grandes partidos es el que ha permitido también el progreso en países como Estados Unidos, Alemania o Francia.

Pero no ha querido opinar sobe la posibilidad de una hipotética gran coalición con el PSOE tras las próximas elecciones generales, emplazando para ello a esperar a la celebración de los comicios.

Pese a las críticas que está dirigiendo al actual líder socialista, Pedro Sánchez, ha asegurado que el PSOE es "un gran partido que ha gobernado muchos años" aunque no comparte muchos de sus postulados.

"Es normal. A ellos les ocurre lo mismo", ha precisado, antes de subrayar que es bueno que haya acuerdo entre PP y PSOE en asuntos de Estado y que le habría gustado que lo hubiera en las medidas contra la corrupción.

Ante esta lacra, ha asegurado que este año el Ejecutivo ha dado una respuesta "integral y ambiciosa" y ha reconocido que la corrupción es una preocupación de los españoles "lógica, justificada y compartida por el Gobierno".

Rajoy ha descartado un adelanto electoral, ha ratificado su intención de presentarse a la reelección y, frente a los augurios de las encuestas de que el PP va a perder a muchos de sus votantes, ha remitido a la jornada electoral.

El presidente del Gobierno ha repetido su discurso sobre Cataluña garantizando diálogo en el nuevo año pero nunca para hablar en contra de la soberanía nacional, y en ese contexto ha lamentado, en alusión al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que haya gobernantes que tengan como prioridad crear problemas en vez de solucionarlos.

También está dispuesto a escuchar propuestas de reforma de la Constitución aunque él no va plantear ninguna porque no lo cree prioritario.

Rajoy ha recalcado la necesidad de que ETA se disuelva y ha subrayado que la elección de España como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU en los próximos dos años es una muestra de la recuperación de la imagen internacional del país.