El terremoto con epicentro en Ossa de Montiel (Albacete), que ha hecho temblar la zona centro de España esta semana, ha vuelto a despertar el interés de la opinión pública por estos fenómenos, que ocurren más a menudo de lo que uno puede imaginarse, aunque, la mayoría de las veces, con escasas consecuencias.

Anualmente se registran en la Península Ibérica entre 1.200 y 1.400 terremotos, según Protección Civil, que destaca que si bien España no representa "un área de ocurrencia" de grandes seísmos, sí tiene una actividad sísmica "relevante" con sismos de magnitudes inferiores.

Este mapa representa los 3.832 terremotos más significativos ocurridos en la historia de España. Están ordenados de acuerdo a la intensidad asignada por el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Así, en rojo se representa a aquellos terremotos dañinos o gravemente dañinos; en amarillo, los que han sido levemente dañinos o, sin serlo, han sido ampliamente observados; en verde, los débiles o apenas sentidos; y en blanco, los que no han sido catalogados por el IGN.

Puedes pinchar sobre cada punto para ver la localidad en que se situó el epicentro, la intensidad del sismo y otros datos.

El terremoto de esta semana ha sido calificado como de magnitud V, fuerte, lo que en el mapa se representaría con color amarillo, y es considerado un sismo poco frecuente, por su escala, y por su localización.

Por su escala porque la frecuencia media en España de terremotos de magnitud superior a 5 (similar al registrado este lunes en la localidad de Ossa de Montiel, en Albacete) es de uno cada tres años y medio, según datos de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.

Y por su localización porque son raros los terremotos que se sienten en el centro de la Península. A simple vista, en el mapa se observa la baja intensidad de terremotos en el centro de la Península en comparación con los que han tenido lugar en la costa mediterránea.

Los mayores terremotos ocurridos en España han tenido lugar en esa costa. Es el caso del terremoto de Cataluña del 2 de febrero de 1428, que destruyó la ciudad de Queralbs y ha sido catalogado como un 'destructor' por los daños causados.

Otro 'destructor' fue el causante de la tragedia de Torrevieja y Guardamar en 1829, el que dejó gravemente dañada la población de Arenas del Rey (Granada) en 1884 y el que derribó las localidades valencianas de Montesa, Sellent y Estubeny en 1748.

Este tipo de terremotos, sin embargo, son "excepcionales". Los terremotos más comunes son aquellos con magnitudes inferiores --de 2 a 2,9--, la frecuencia media de estos sismos es de 760 terremotos por año.

Protección Civil recuerda que, a día de hoy, se considera que el mayor terremoto ocurrido ha sido el del 22 de mayo de 1960 en Chile, cuya magnitud fue de 9,5 y que produjo una ruptura de falla de alrededor de 1.000 kilómetros.