Juan Pedro Yllanes Suárez, un magistrado implacable contra la corrupción y de talante progresista, presidirá el tribunal que juzgará a la infanta Cristina por dos delitos fiscales y a los otros 17 acusados del "caso Nóos", incluidos Iñaki Urdangarín y Diego Torres. La designación de Yllanes, y de las otras dos magistradas que formarán sala con él -Samantha Romero Adán y Eleonor Moyà Rosselló- se hizo dentro de un turno especial de reparto para casos de corrupción y otros de especial complejidad aprobado por la Audiencia de Palma.

El sumario digital del "caso Nóos" llegó ayer a la Audiencia, lo que dio pie a registrar su entrada y asignar un ponente, escogido dentro de ese turno de reparto. La causa en papel será trasladada mañana en una furgoneta. La "agraciada" fue la más novata en el destino: Samantha Romero Adán, una juez de 42 años, nacida en Palma y que apenas lleva unos días en la Audiencia (tomó posesión el 30 de abril). Antes trabajó casi nueve años en un tribunal penal de la Audiencia de Tarragona, por lo que experiencia no le falta.

La ponente tiene por delante una complicada tarea: planificar el desarrollo de la trascendental vista oral y admitir y rechazar las pruebas solicitadas por las partes. Las acusaciones y defensas del "caso Nóos" han pedido la declaración de varios cientos de testigos y de un rosario de peritos y han propuesto una prueba documental amplísima. El sumario de Nóos consta de cien tomos y 76.000 folios, de los que unos 44.000 constituyen la causa propiamente dicha y el resto son anexos documentales. Romero también tendrá que redactar el borrador de la sentencia, que luego será sometido a votación y a correcciones con sus dos compañeros de sala.

Yllanes, sevillano de nacimiento, es juez desde 1989. Ha estado destinado en Sevilla y Barcelona, y en 1998 recaló en la Sección Primera de la Audiencia de Palma. Entre 2005 y 2011 formó parte de la Sección Segunda de la Audiencia y junto a Diego Gómez-Reino y Joan Catany integró una sala mítica en la lucha contra la corrupción. En 2008 dictaron la primera sentencia en una de las piezas del "caso Andratx", un fallo que dejó huella. Yllanes fue el ponente de la sentencia y más tarde, en una entrevista al "Diario de Mallorca", dijo que se trató de "un caso pionero".

Tras un paréntesis en un Juzgado, Yllanes regresó a la Audiencia, pero esta vez a la Sección Primera. El magistrado, de 55 años, se postuló hace unas semanas para presidente de la Audiencia de Palma, puesto adjudicado a su compañero Diego Gómez-Reino.

En la memoria donde plasmó su currículum y sus planes para la Audiencia, el juez destacó el gran reto que para esta instancia supone el juicio del "caso Nóos". Las jugadas del destino han hecho que él sea el presidente del tribunal que celebre esa vista. El entonces candidato señaló que planificar la "logística" de esta vista oral va a ser un difícil reto por el elevado número de acusados, la personalidad de algunos de ellos y la enorme expectación de los medios de comunicación.

Yllanes propuso buscar una sede especial, "que garantice que la vista oral se desarrolle con plena garantía de publicidad y transparencia". El juez ha pertenecido durante más de veinte años a la asociación judicial Francisco de Vitoria, considerada la moderada dentro del colectivo. Ahora no está afiliado. Eleonor Moyá ejerció como abogada hasta 2010. Estuvo destinada en el Prat de Llobregat y en la Sección Segunda de la Audiencia.