La convocatoria del Movimiento 15-M para concentrarse de forma silenciosa la medianoche del viernes en la Puerta del Sol de Madrid, centro neurálgico del colectivo, se resolvió en un acto frustrado en el que la presencia policial y de medios de comunicación se convirtió en la única concentración destacable.

Un total de ocho furgones de la Policía Nacional con sus respectivas dotaciones se habían instalado alrededor de las 22.00 horas en la entrada a la plaza, entre las calles de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo.

Alrededor de las 23.00 horas sus efectivos se distribuyeron en esa zona de la Puerta del Sol intentando crear una especie de cordón policial disuasorio e identificando a varias personas que transitaban por el lugar y que se detenían por curiosidad ante el despliegue policial.

Algún que otro oportunista, megáfono en mano, que consiguió crear un corrillo de una decena de personas y la sonrisa cómplice de los turistas que copaban los bares de la plaza y aledaños, contribuyeron a dar cierta sensación de extraordinario a lo que no dejaba de ser el tránsito habitual de la noche de cualquier viernes por el lugar.

El Movimiento del 15-M había mantenido la convocatoria ante la "absurda" prohibición de este tipo de actos por parte de la Junta Electoral Provincial de Madrid, al considerar que la jornada de reflexión no impide ejercer el derecho de reunión y reflexionar de manera pública y colectiva.

Las redes sociales dejaron en esta ocasión su gran poder de convocatoria en manos de los actos de cierre de campaña y en la ilusión de que sus aspirantes a cargos municipales y autonómicos vean refrendados en las urnas aquellas ideas que surgieron hace cuatro años de las concentraciones en la Puerta del Sol.

De hecho, el candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, José Manuel López, había evitado pronunciarse sobre la decisión del 15-M de mantener la protesta en la jornada de reflexión pese a la prohibición de la junta electoral, al señalar que "es un movimiento independiente. Yo estaré en periodo de reflexión y no hablo de lo que hacen los demás".

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se limitó a decir al movimiento: "Otro día, amigos".