Las elecciones municipales y autonómicas que se han celebrado este domingo ofrecen múltiples lecturas. La fragmentación de los resultados ofrece un escenario postelectoral que debe ser analizado bajo la óptica de los condicionantes existentes en cada ayuntamiento y cada comunidad. Pero hay claves que se sostienen en un estudio de los datos en la esfera nacional: el PP pierde apoyos, especialmente en grandes ciudades; los socialistas recuperan terreno; y tanto Podemos como Ciudadanos irrumpen con fuerza a costa de IU y UPyD.

El bipartidismo, golpeado

Partido Popular y Partido Socialista han visto reducidos drásticamente su número de apoyos en las elecciones municipales y no de manera tan severa en los comicios autonómicos. El voto joven y urbano explica el auge de las coaliciones a las que se adhiere Podemos, mientras el espacio rural y de ciudades de menor tamaño siguen siendo territorios más óptimos para PP y PSOE. El bipartidismo encarnado por el PP y el PSOE ha obtenido su peor resultado de la historia en unas municipales y el segundo peor en todo tipo de comicios.

Con el 100% escrutado, el PP ha sido el partido más votado en los comicios municipales al obtener el 27,03 por ciento de los sufragios, mientras que el PSOE ha conseguido un 25,04 por ciento. La suma de los dos partidos hegemónicos representa poco más de un 52 por ciento de los votantes.

Ada Colau, líder de Barcelona en Comú, y Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid, -dos fuerzas en las que se integra Podemos-, han sacudido los mapas electorales de las dos principales ciudades del país, un golpe que deja en una débil posición a los dos partidos mayoritarios, con Esperanza Aguirre y Xavier Trías como las grandes víctimas de una jornada devastadora para el PP. No obstante, la Ley Electoral beneficia a la fuerza más votada, de modo que el PP podría alzarse con muchas alcaldías sin necesidad de mayorías absolutas.

*EL DATO TOTAL DE VOTOS DE LA FORMACIÓN PODEMOS ES APROXIMADO Y CORRESPONDE A LA SUMA DE LAS CANDIDATURAS CIUDADANAS A LAS QUE HA RESPALDADO.

Fuerte descenso en el PP

El PP pierde todas sus mayorías absolutas, un golpe que Génova creía previsible, aunque probablemente no con la virulencia con la que se ha producido. El PSOE arrebata a los populares Extremadura, donde Monago no ha sabido extraer fruto a su pacto con IU, y amenaza con hacer lo mismo en Castilla-La Mancha, territorio en el que los recortes sociales aplicados por Cospedal parecen haber pesado más que la reducción del déficit.

En otras comunidades, como Castilla y León, Cantabria, La Rioja, Aragón y Baleares, el PP se ha impuesto en las elecciones, aunque con unos resultados plenos de matices y con una tendencia claramente regresiva. El descenso de votos es notorio, con importantes pérdidas de diputados autonómicos para los populares.

Aunque con distancias en algunos casos ínfimas - que incluso podrían no valer si hay pactos en la oposición -, el PP retiene la victoria en importantes municipios como Sevilla y Málaga, además de en dos de las ciudades en las que más polarizada apareció la campaña electoral: Madrid y Valencia. Sin embargo, tanto Aguirre como Barberá tienen prácticamente imposible ostentar los bastones de mando si se atiende al consenso generalizado por el cambio que han expresado las fuerzas de oposición en estas ciudades.

Serio contratiempo para Gobierno y PP

El mensaje que la dirección del PP luchó por difundir, el de la recuperación económica, ha servido para ganar en muchos lugares, aunque con la sensación de que se trata de un voto desapasionado y repleto de interrogantes para el PP, algo que se aprecia en sus triunfos en la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana, territorio en el que Compromís y PSOE podrían coaligarse para desbancar a Fabra. Algo más diáfano parece el camino de Cristina Cifuentes para hacerse con el gobierno de la Comunidad de Madrid, donde podría ayudarse en el respaldo de Ciudadanos.

Las miradas se vuelven ahora a los pasos que pueda dar el Gobierno de Rajoy hasta las próximas generales, toda vez que la proclama de la salida de la crisis se ha revelado claramente insuficiente. Moncloa confiaba en una tendencia de voto similar a la que se manifestó en Reino Unido, donde los electores recompensaron a los conservadores por su gestión de la crisis, pero no ha sido así.

El primer examen de Pedro Sánchez

El PSOE extrae rendimiento de la debacle del PP, aunque a medias. Los socialistas mantienen el poder en Asturias y ven ratificados en los municipios andaluces los resultados que obtuvieron en las autonómicas, pero retroceden en votos en importantes espacios como la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares y Castilla y León. Recupera Extremadura y tal vez podría hacer lo mismo en Castilla-La Mancha, feudos históricos de gran valor sentimental para el PSOE.

Pedro Sánchez, con los miembros de su Ejecutiva, valoró de forma satisfactoria los resultados. Foto: EFE

Pedro Sánchez obtiene un resultado desigual en su primer examen electoral si se excluyen las autonómicas andaluzas. El secretario general del PSOE capitaliza parte del descontento del electorado por las políticas del Gobierno de Rajoy, pero en determinados espacios se ve superado por Podemos. El PSOE, que pierde cerca de un 2 por ciento en el total nacional sobre las elecciones de hace cuatro años, puede ver como aumenta con mucho su poder municipal gracias a los pactos. Sin embargo, el descenso socialista es muy apreciable en las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona.

Podemos y Ciudadanos entran con fuerza

La cita electoral de 24M deja a Podemos como fuerza clave en muchos espacios. Ada Colau y Manuela Carmena han dado a Pablo Iglesias dos de las mejores noticias de la noche, si bien es cierto que el peso de su marca es mucho mayor en Ahora Madrid. El giro hacia un discurso más moderado y la salida de Juan Carlos Monedero parecían haber hecho retroceder sus apoyos entre parte de su electorado más fiel, pero la estrategia parece haber dado sus frutos.

La irrupción de Podemos trastoca los gobiernos de muchísimos municipios y comunidades autónomas y refuerza su posición de cara a las elecciones generales de finales de año, una cita que Pablo Iglesias ha subrayado siempre como el objetivo fundamental de su partido. Queda ahora por ver cuál será su postura en muchos de los espacios en disputa tras los resultados electorales. Tiene en su mano apoyar al PSOE para desbancar al PP en lugares importantes, aunque el alejamiento que preside la relación entre amabas formaciones no hará sencillo llegar a acuerdos.

Pablo Iglesias y Albert Rivera, satisfechos tras los resultados. Foto: EFE

Por su parte, Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, ha obtenido unos resultados algo peores de lo que le vaticinaban las encuestas, y ello a pesar de ser la tercera fuerza municipal en el conjunto de España, con permiso de las distintas marcas electorales de Podemos. Ciudadanos podría ser la muleta del PP en muchos municipios, aunque, como en el caso de PSOE y Podemos, no se prevé una entente fácil de alcanzar.

Descalabro de IU y UPyD

Los dos partidos que se reivindicaron como la alternativo al bipartidismo tradicional han acabado devorados por la poderosa aparición de Podemos y Ciudadanos. IU y UPyD pierden numerosos apoyos, siendo especialmente dramático el caso de la formación magenta. Rosa Díez, muy discutida dentro de su propio partido, no continuará como líder. Las próximas elecciones generales podrían suponer el acta de defunción de la formación. Por su parte, IU no obtiene rendimiento del descontento por la crisis, aunque obtiene un triunfo en Barcelona al formar parte de Barcelona en Comú.