Quizá los lectores más jóvenes no conozcan el significado que se da a esta expresión. Se nombra así a quien embarca a la gente en aventuras que promete maravillosas y él, cuando hay que partir, recula o no se mueve, dejando solos a sus amigos. Tiene su origen en las andanzas de un antiguo capitán de barco que enviaba gente a "hacer las Américas" pero él siempre se quedaba en tierra.

Esto viene a cuento por las declaraciones hechas por el señor A. Mas, president de la Generalitat de Catalunya, en las que manifiesta que busca la unión de Convergencia, su partido, con quien sea: otros partidos, asociaciones, congregaciones, cofradías, clubes de jubilados, etcétera, para presentarse unidos a "sus elecciones del 27 de septiembre" y que él podría no presentarse como cabeza de lista de esa posible alianza separatista, que él no sería un obstáculo para lo que se decidiese.

Qué magnánimo, qué altruista, qué desinteresado y qué majo es. Otro ejemplo de la catadura moral de muchos de nuestros políticos.

Ahora que está más solo que la una, abandonado por ERC, Unió, etcétera, y acosado por los partidos emergentes, busca agarrarse a quien sea pero, eso sí, él no figuraría a la cabeza, para no aparecer como responsable ante un posible fracaso. Cobardía política podría llamarse.

Lleva el señor A. Mas un montón de años en la política de Cataluña ocupando muchos y altos cargos: estuvo muy cerca de casos de corrupción: 5%, Palau, etcétera, y fue el "delfín" de Jordi Pujol, al que protegió, cómo no, cuando salió a la luz el escándalo de su famosa herencia y demás sospechosas implicaciones familiares.

Devastó la economía de la región más rica de España y no asumió, ni asume, responsabilidad alguna, cargando siempre la culpa al Gobierno central. Creó un ambiente de enfrentamiento entre la sociedad catalana y me duele porque tengo amigos allí y traté en mi vida laboral con muchos de ellos, excelentes personas.

No tengo derecho a voto en Cataluña, pero me considero libre para exponer mi opinión referente a que siga existiendo esta clase de políticos que solamente buscan su propio beneficio a costa de lo que (y de quien) sea.