La vicesecretaria de programas del PP, Andrea Levy, abogó ayer por "despolitizar" el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal de Cuentas para darles "más transparencia y autonomía" y lograr "un fortalecimiento de las instituciones que no provoque esa sospecha, esa ambigüedad, esa lejanía de los españoles".

La dirigente popular ve necesario "mejorar la calidad democrática" de esos órganos constitucionales, lo que incluye "dotar de mayor transparencia" el proceso de elección de sus miembros, en el que participan los partidos a través del Gobierno, el Congreso o el Senado.

Levy señaló que "despolitizar" esos órganos no supone eliminar esa participación política del Ejecutivo o de las Cortes en el nombramiento de sus miembros. "Se pueden barajar varias opciones, se puede trabajar en las cuotas", subrayó la vicesecretaria del PP, que deja al margen a la Fiscalía General del Estado. "No sabría decir en qué país del mundo no lo elige el Gobierno".

El PP reflexiona sobre cómo introducir este asunto en el programa electoral. En concreto, trabaja en "cómo actualizar" la Constitución, lo que no es sinónimo de reformar la Carta Magna, sino esas instituciones (CGPJ, Tribunal Constitucional, etcétera) y los mecanismos propios del Estado de las autonomías: la relación competencial, la colaboración y coordinación entre el Estado y las comunidades.

Levy se mostró partidaria de no delimitar en la Constitución las competencias autonómicas, como sugería el Consejo de Estado. Además, abogó por una reforma del Senado que pueda realizarse sin tocar la Constitución, o con una reforma de la Carta Magna que no obligue a disolver las Cortes.

La vicesecretaria de programas explicó que en el próximo congreso del PP, que tendrá lugar después de las elecciones generales, se aprobarán los nuevos estatutos en los que se prevé que el presidente del partido sea elegido por los militantes. Pero precisó que ésa será la norma que "rija en el futuro" porque cuando se convoca un congreso con unos estatutos determinados son ésos los que rigen en esa convocatoria. Eso significa que el líder del PP no será elegido por los militantes en el próximo cónclave, sino en el siguiente. Por último, una decena de senadores populares baraja romper la disciplina de voto para no apoyar la reforma del aborto.