"Estamos seguros de que el duro trabajo que realiza la Guardia Civil dará pronto sus frutos", así hablaba en 2013 José Suárez, el abuelo de Yéremi Vargas, cuando se cumplían 6 años de su desaparición. "Es verdad que estamos tristes cuando vemos que llega otro 10 marzo y no aparece el niño, pero tenemos mucha esperanza de que Yéremi está muy cerca y que lo encontrarán", señaló entonces.

"Yéremi está presente en todo lo que hacemos y seguimos muy confiados en que pronto lo tendremos aquí en su casa, donde tiene toda su ropa, aunque ahora no le serviría", indicaba Ithaisa, la madre, que acababa de casarse el 23 de febrero con Jonathan Guisado en la iglesia de San Rafael de Vecindario, portando las jarras y los anillos su otro hijo Aidam y su sobrina Guacimara.

"La familia se aguanta mucho las ganas de llorar en la celebración porque sentíamos su ausencia y nos hubiera gustado que estuviera ya con nosotros", recordaba en su vivienda de Los Llanos, junto a la cual desapareció sobre las 13.00 horas su hijo después de jugar. "Mi trabajo y Jonathan me han ayudado mucho y estoy muy agradecida a él porque se ha volcado con nosotros en todo lo relacionado con Jeremi", relataba Ithaisa.

También Mima Santana mantenía su esperanza de reencontrarse con su nieto. "Mi marido y mi hija están seguros y muy confiados y ojalá pronto lo veamos", comentaba con serenidad. "Tras el anuncio de una gratificación a quien dé pistas fiables del paradero del niño se recibieron más de 2.000 llamadas". Para la abuela de Yeremi, "aunque no han dado frutos todavía, en cualquier momento la Guardia Civil lo encontrará".

José Suárez aseguraba que su vida estaba totalmente centrada en Yeremi. "Voy a una fiesta o a cualquier lugar y no hago nada más que mirar a ver si lo veo". "Somos capaces incluso de perdonar a quien se lo llevó con tal de ver a mi nieto, aunque sí le diría que se marchara donde no lo viera nunca más", apuntaba José Suárez, quien estuvo a punto de irse a Barcelona después de recibir varias llamadas falsas de alguien que "no quiso nada más que molestar y que recibió un escarmiento de la Guardia Civil".

Abuelo incansable

El incansable abuelo, que se pateó todos los rincones de Gran Canaria en los primeros años de la desaparición del menor, al igual que el resto de su familia no tiraban la toalla. "Seguimos esperanzados". "Volvemos a invitar a cualquier persona que disponga de una pista fiable que nos la comunique. Sigue existiendo la posibilidad de una generosa gratificación" para quien les ayude.

"La aparición del niño sería el mayor regalo que nos llevaríamos todos. Seguro que no tardaremos en celebrar una gran fiesta", insistía José Suárez. "Veo a mi marido y a mi hija muy confiados y seguros. Ojalá tengan razón", manifestaba más prudente Mima Santana.