El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato defraudaba también a la Hacienda Pública ingresos por su asistencia a diversos congresos y conferencias que, a través de la sociedad Arada, acababan en Vivaway, una firma constituida en Reino Unido y administrada desde el paraíso fiscal de la Isla de Guernsey.

Ésta es una de las conclusiones a la que llega la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) en su informe sobre la fortuna del exministro de Economía, según desvela hoy el titular del juzgado de instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal.

A partir de ahí el dinero pasaba de Vivaway a Kradonara 2001, otra empresa propiedad de Rato con sede en España, que recibía estos ingresos y otros tantos para acabar manteniendo la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, cuya única actividad es la explotación de un hotel en Berlín, en el que el ex director gerente del FMI posee un 50%.

Esta misma sociedad germana ha recibido también 100.000 euros de Telefónica y otros 1,05 millones cuyo origen se desconoce, directamente a través de Vivaway y Kradonara, el epicentro del entramado societario de Rato.

Sólo esta última compañía, tal y como advirtió la Fiscalía Anticorrupción, recibió 6,5 millones procedentes del extranjero, cuyo origen se desconoce.

En 2006, 2007, 2011 y 2014, Kradonara obtuvo directamente a través de distintas transferencias 3,4 millones, a las que hay que sumar otras por valor de 3,047 millones recibidas desde su matriz, la firma Vivaway, de la que es beneficiario último Rato.

A su vez, Vivaway recibió 2,5 millones entre 2013 y 2014 de la sociedad panameña Wescastle Corporation, con domicilio en Ginebra, reconocida por Rato en su declaración de bienes en el extranjero, y algo más de 850.000 euros en 2012 y 2013 de la sociedad Red Rose, cuyo domicilio al parecer está en Bahamas.

El juez Serrano-Arnal recuerda, en el auto emitido hoy para pedir al Supremo que aclare qué tribunal debe seguir adelante con la investigación, que Kradonara ha recibido de la sociedad Albisa cerca de 800.000 euros.

Albisa Inversiones estaba controlada por Alberto Portuondo, en prisión provisional desde mediados de agosto y quien cobró más de dos millones de euros en comisiones ilegales de las empresas que ganaron el concurso de publicidad de Bankia.

Los investigadores creen que parte de ese dinero fue a parar a Kradonara quien, en última instancia, destinó 450.000 euros más a la firma alemana con la que Rato participa en el hotel de Berlín.

Por la complejidad de este caso y el movimiento de dinero más allá de las fronteras españolas, la Fiscalía Anticorrupción considera que el caso debe ser asumido por la Audiencia Nacional, cuestión sobre la que tendrá que decidir ahora la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Según han indicado a Efe fuentes jurídicas, Rodrigo Rato está citado a declarar ante el juez Antonio Serrano-Arnal el próximo martes, día 6.