El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha citado a declarar como imputado al presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, para el próximo 15 de octubre, en la causa abierta a raíz de la querella que presentó la Fiscalía por convocar la consulta alternativa del 9N.

El magistrado del TSJC Joan Manel Abril, que investiga la causa por desobediencia cita también como querellados a la exvicepresidenta Joana Ortega y a la consejera de Educación en funciones Irene Rigau para el día 13 de octubre.

En una providencia notificada dos días después de las elecciones autonómicas del 27S, el alto tribunal catalán ha decidido tomar declaración a los tres querellados, después de que ellos mismos solicitaran que no se acordaran nuevas diligencias de investigación ni testificales hasta que comparecieran como imputados ante la justicia.

Mas, Ortega y Rigau han sido formalmente citados a declarar como imputados, casi un año después de que la Fiscalía presentara, el 21 de noviembre de 2014, una querella en la que los acusaba de desobediencia, malversación de fondos públicos, prevaricación y usurpación de funciones.

El TSJC acordó investigar a los responsables del Govern inicialmente por desobediencia a la resolución del Tribunal Constitucional (TC) del 4 de noviembre que suspendió la consulta alternativa del 9N, pero dejó abierta la puerta a indagar todos aquellos hechos que pudieran estar relacionados con la convocatoria, lo que podría comportar que se les imputaran otros delitos.

Mas deberá acudir en persona

Artur Mas tendrá que acudir en persona el jueves 15 de octubre al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) a declarar, ya que la citación es en calidad de imputado. En cambio, en abril de 2014 pudo hacerlo por videoconferencia desde su despacho al declarar como testigo en la causa de la Audiencia Nacional contra 19 acusados por bloquear el Parlament.

El 15 de octubre coincide con el 75 aniversario del asesinato del expresidente de la Generalitat Lluís Companys, y es tradición de las instituciones catalanas y de algunos partidos rendirle homenaje en el Fossar de la Pedrera, en el Cementerio de Montjüic --donde está su tumba--, acto al que Mas siempre ha asistido y que este año coincide con su citación judicial.

Según fuentes judiciales, lo más probable es que Mas se desplace a declarar al Palacio de Justicia donde el TSJC tiene su sede, sin hacer uso de su prerrogativa de solicitar que el juez acuda a su despacho oficial para interrogarle, dada su condición de presidente de la Generalitat.

La coincidencia de fechas entre la imputación de Mas y el asesinato de Companys ha sido interpretada por el independentismo como una provocación, por lo que a través de las redes sociales ya se están convocando concentraciones de apoyo a las puertas del Palacio de Justicia para el día de la declaración.

Mas, que pese a encontrarse en funciones como presidente sigue conservando las prerrogativas de su condición de aforado, será interrogado por el magistrado que instruye la causa del 9N, Joan Manel Abril, uno de los jueces del TSJC que accedió al cargo por designación del Parlament.

La declaración como imputado de Mas llega más de nueve meses después de que el TSJC admitiera a trámite la querella de la Fiscalía y una vez transcurridas las elecciones municipales del pasado mes de mayo y las catalanas del domingo, un período en el que la justicia suele dar una tregua a los casos con implicaciones políticas para no interferir en las campañas.

Numerosas diligencias

Desde que en diciembre pasado el TSJC acordó investigar a Artur Mas, el magistrado instructor Joan Josep Abril ha practicado diversas diligencias y citado a testimonios con el fin de averiguar el coste de la consulta y la intervención del Departamento de Enseñanza para que los centros educativos públicos acogieran la votación del 9N.

Al inicio de la campaña electoral del 27S, la Fiscalía propuso a cuatro nuevos testigos, entre ellos la directora del Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) que encargó confeccionar las urnas y papeletas de la consulta a presos de la cárcel de Lleida y un asesor del Departamento de Gobernación, dirigido entonces por Joana Ortega.

Ante esa solicitud, las defensas de Artur Mas, Ortega y Rigau pidieron el pasado 16 de septiembre -en plena campaña- al TSJC que aplazara todas las testificales y nuevas diligencias planteadas, hasta que ellos hubieran tenido ocasión de declarar como querellados, al entender que, de lo contrario, se incurriría en "una alteración del orden legal de la práctica de prueba".

El magistrado instructor ha atendido la propuesta de los querellados y los ha citado como imputados para interrogarles unos días antes de tomar declaración a los nuevos testigos planteados por la Fiscalía.

Para el próximo 19 de octubre, el magistrado ha citado a Dolores Agenjo, la directora del instituto Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) que denunció presiones del Departamento de Enseñanza por negarse a ceder las llaves del centro para colocar las urnas del 9N, testifical que las defensas lograron aplazar a después de la campaña alegando que la testigo concurría a las elecciones en la candidatura de Ciutadans.

El mismo día, está citada a declarar como testigo Elisabet Abad, directora del CIRE, para responder por el proceso de producción, suministro y entrega de las urnas y papeletas del 9N, sufragadas a través de varios contratos con el Departamento de Justicia que costaron 143.738 euros a la Generalitat.

Otro testigo citado para ese día es el entonces asesor en materia de opinión publica de la conselleria de Gobernación, Joan Cañada (UDC), que será interrogado sobre la administración y mantenimiento de la página web de la consulta del 9N.

También declararán el 19 de octubre próximo, a propuesta de la Fiscalía, el responsable técnico informático que coordinó materialmente los servicios prestados por el CTTI de la Generalitat para resolver las incidencias informáticas que pudieran surgir en el proceso de consulta.

El último testigo del día será el responsable de la compañía de espectáculos Focus, encargada del montaje del centro de prensa internacional donde se facilitaron los datos del escrutinio del 9N y donde un Mas triunfal compareció ante los medios para celebrar la alta participación en la consulta, de más de dos millones de personas, y la victoria del sí.