La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre diez y doce años de cárcel a los once integrantes de una célula yihadista, asentada en Ceuta, que reclutaba combatientes para enviarlos a Siria con el fin de unirse a la yihad, de los que seis fallecieron en atentados suicidas que provocaron la muerte de "centenares" de personas.