El ministro Rafael Catalá y el presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, se cruzaron ayer ásperas advertencias sobre el uso partidista de la justicia, en un tenso acto en Barcelona en el que también intervino el presidente del Supremo, Carlos Lesmes, y que evidenció la fría relación entre el Gobierno catalán y los poderes del Estado tras la imputación de Mas por la convocatoria y celebración del proceso participativo del 9-N.

En la inauguración de la 58º. reunión de la Unión Internacional de Magistrados, Mas alertó de que "cualquier uso partidista de la justicia podría mermar el sustento democrático". Y subrayó que Cataluña es "un país, una nación, una tierra con largas raíces desde el punto de vista del compromiso con los marcos legales".

Mas aprovechó para hacer suyo el lema de los organizadores, "Promoviendo una justicia independiente a escala mundial", y aunque no mencionó su imputación, sí hizo constantes alusiones al apego de Cataluña a la legalidad democrática e incluso a la permanente "fidelidad a las constituciones catalanas".

Catalá eligió contestarle remitiéndose a las palabras que el Rey pronunció meses atrás, y también en Barcelona, para defender que el respeto a la ley por parte de los poderes públicos no debe ser "una mera formalidad o una alternativa", sino que es "fuente de legitimidad".

Lesmes intervino el último. El presidente del Consejo General del Poder Judicial defendió la independencia de los jueces españoles y catalanes y proclamó que "hacer respetar la ley nunca debe considerarse una afrenta".

Las entidades soberanistas Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural y Asociación de Municipios por la Independencia convocaron para el 13 y el 15 de octubre actos de apoyo a los tres imputados por el 9-N: Mas, Joana Ortega e Irene Rigau.

Mas no se refirió directamente a los escenarios que se abren tras los comicios del 27-S, pero en un artículo publicado en "The Guardian" se preguntó si el Gobierno está dispuesto a aceptar "la decisión democrática del pueblo catalán" o si, por el contrario, "perseverará en su intransigencia".