El sindicato ultraderechista Manos Limpias ha iniciado un proceso penal ante la justicia para que se ilegalice a la CUP, por considerar que la formación independentista es una organización "criminal", según ha anunciado su secretario general, Miguel Bernad, que ha ampliado la querella contra Artur Mas.

El líder sindical, que ejerce la acusación popular en la causa abierta por la querella del 9-N, ha acudido a las puertas del Palau de Justicia de Barcelona, donde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, está declarando como imputado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Entre gritos de "Manos limpias, fascistas españoles" de los manifestantes congregados a las puertas del TSJC, Bernad ha asegurado que su sindicato ha promovido acciones legales para que se declare ilegal a la CUP.

Asimismo, el sindicato ha ampliado la querella que en su día presentó contra Mas -y que se sumó a la que a su vez interpuso la Fiscalía- para que se impute al presidente catalán también un delito de sedición.

La nueva denuncia presentada por el sindicato está en manos del magistrado del TSJC Enric Anglada, que ha dado traslado a la Fiscalía para que se pronuncie sobre su eventual admisión a trámite.

Bernad ha denunciado que, a raíz del proceso independentista, Cataluña está viviendo una "fractura social" que está abocando a la sociedad catalana a una "situación de golpe de Estado".."Esto no es un proceso político sino penal, decir que esto es un proceso político me recuerda al período etarra", ha mantenido.