"Sin Mas como presidente, no habrá más alternativa que concurrir a elecciones". Quien así se confiesa es el consejero en funciones de Territorio de la Generalitat, Santi Vilas, uno de los cinco que este martes criticaron la proclama independentista de JxS y la CUP durante la reunión del Ejecutivo de Artur Mas.

Vilas ya protagonizó una sonora polémica en septiembre del año pasado, cuando, sin ningún tapujo, reconoció: "Si Cataluña no hubiera puesto sobre la mesa un relato en clave nacional, ¿cómo hubiera podido realizar un sacrificio tan fuerte como los recortes, cómo hacerlo sin un proyecto ilusionante al otro lado de la balanza?".

Según publica "La Vanguardia", en esa reunión también mostraron su discrepancia con el texto los consejeros Andreu Mas-Colell, Jordi Jané, Felip Puig e Irene Rigau, imputada por la convocatoria y celebración del proceso participativo del 9-N

Además, Vila criticó el discurso con el que debutó como presidenta del Parlament Carme Forcadell. A todas esas críticas, según el rotativo barcelonés, Mas respondió con una pregunta: "Entonces, ¿qué me estáis pidiendo? ¿Que haya elecciones?".

"No se puede hablar de las reuniones" del Ejecutivo catalán, atajó ayer Vilas antes los periodistas. "Creo que es muy importante que la investidura del presidente vaya adelante, porque el país sufre cuando hay un Gobierno en funciones que, en definitiva, no tiene suficiente poder para tomar decisiones importantes".

"Acabamos de salir de una recesión económica que ha sido terrible y confío en que la nueva legislatura no empiece tropezando y llevándonos a un callejón sin salida. Sin Mas como presidente, no habrá más alternativa que concurrir a elecciones", sentenció. Pero no quiso enjuiciar la declaración secesionista: "No tengo de momento una opinión formada desde el punto de vista de valoración, porque la resolución aún está viva y no es firme".

Sin desmentir ni confirmar estas reacciones críticas, el coordinador general de Convergència (CDC), Josep Rull, aseguró que hay "unanimidad" en la dirección del partido en lo tocante a la estrategia a seguir en esta nueva fase del proceso soberanista. Sin embargo, en la última reunión del comité de dirección de CDC sólo estuvo presente uno de los cinco consejeros críticos: Rigau.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz, señaló que entiende los "escrúpulos" y el "vértigo" que sienten los consejeros críticos catalanes, porque "lo que allí se está promoviendo es gravísimo". Y, a renglón seguido, avanzó que el Ejecutivo recurrirá de manera inmediata la declaración independentista ante el Tribunal Constitucional (TC) si es aprobada en el Parlament.

Entre tanto, la CUP se dijo dispuesta a "votar ya a un presidente de la república provisional o un gobierno de concentración republicano", pero no a uno que "se presente en el formato de un presidente de la Generalitat autonómica, que debe ser Mas, tal como clásicamente se ha presentado".