El PP sigue siendo la primera fuerza política de España, con un 29,1 por ciento de apoyos e incluso aumenta su ventaja sobre el PSOE (25,3%) hasta los 3,8 puntos, frente a los 3,3 que le sacaba en julio, según la edición de octubre del barómetro trimestral del CIS. Ciudadanos (C's) pasa a ser la tercera fuerza política, al subir desde el 11,1% al 14,7%, mientras que se confirma la caída de Podemos, relegados a la cuarta plaza tras perder casi un tercio de sus apoyos y quedarse en un 10,8% que contrasta con el 15,7% de respaldo que el CIS le atribuía el pasado mes de julio.

La encuesta, basada en 2.493 entrevistas, fue efectuada entre el 1 y el 12 de octubre -después por tanto de las elecciones catalanas, en las que Ciudadanos obtuvo un magnífico resultado- y confirma las tendencias ya apuntadas en las diferentes elecciones disputadas este año. El sistema político español sigue pivotando sobre dos grandes partidos (PP y PSOE), que, sin embargo, han pasado a ser incapaces por sí solos de conseguir una mayoría de Gobierno. Ahí intervienen C's y Podemos, que juegan el papel de "hermanos menores" capaces de aportar los pedazos de tarta que les han comido a los grandes.

No obstante, en los últimos meses se han invertido las posiciones y el grupo de Albert Rivera se consolida como fuerza bisagra, capaz de pactar tanto con el PP como con el PSOE, mientras que, lejos ya su momento de esplendor, las huestes de Pablo Iglesias se alejan cada vez más de su objetivo de reemplazar al PSOE como primera fuerza de la izquierda e incluso podrían ser insuficientes para facilitar un Gobierno de Pedro Sánchez. En paralelo con este decaimiento de Podemos, IU se recupera un tanto en el barómetro de octubre, subiendo al 4,7% desde el 3,7% de julio.

Hasta aquí lo que se conoce como "datos cocinados", que contrastan con los datos brutos expresados por los electores al ser preguntados por el partido por el que votarían el día que se les entrevista. Para compensar el elevado porcentaje de personas -más de un tercio en este caso- que no han decidido aún su opción o prefieren acogerse al "no sabe / no contesta", el CIS modifica el dato bruto (intención directa de voto) con parámetros como la simpatía, la valoración de los líderes o el recuerdo de voto.

En estas categorías es el PSOE el que se impone. Los socialistas recogen una intención directa de voto del 16,6% frente al 15% de los populares. Una vez promediada esta intención directa con la simpatía, los socialistas siguen imponiéndose por un 20,5% a 18,1%. En cuanto a C's, su intención directa es del 11% y sube al 12,6% al combinarse con la simpatía. Por su parte, Podemos recoge un 8,8% de voto directo que sube al 10,2% con la simpatía.

La valoración de los líderes también juega a favor del PSOE, ya que aunque tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez suspenden, el presidente del Gobierno lo hace con un 2,82 sobre diez, mientras que el líder socialista se refugia en un 3,84. Ni Rivera ni Iglesias han sido sometidos a la valoración de los electores, pues, según la costumbre del CIS, sólo se somete a valoración a los cabezas de fila de los partidos representados en el Congreso.

La encuesta de octubre del CIS también refleja la valoración de la confianza que manifiestan los entrevistados hacia Rajoy y Sánchez. Rajoy cosecha un 53,9% de "ninguna confianza" por un 35,5% de Sánchez, mientras que si se suma el apartado "poca confianza" (28,6%), el Presidente suma hasta un 82,5% de desafección, cinco puntos superior al 77,1% que recoge Sánchez al incorporar su 41,6% de "poca confianza".

En cuanto a las preocupaciones más grandes de los entrevistados, el barómetro del CIS sigue situando en primer lugar el paro, con un 71%, seguido de la corrupción y el fraude (39,4%), los problemas de índole económica (24,7%), los políticos (21,5%) y, ya a más distancia, la sanidad (10,6%) y los problemas de índole social (10,1%).

Los partidarios de aumentar el autogobierno de las comunidades autónomas alcanzan en octubre su cota más alta (16,4%), 1,3 puntos por encima de su máximo histórico. No obstante, la opción preferida sigue siendo no hacer cambios en la organización territorial del país, que es la respaldada por el 38,3% de las personas consultadas por el CIS.