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"Es obvio que la corrupción ha castigado al PP, son casos que escandalizan e irritan con razón"

-¿Cómo explica la amplia renovación en las candidaturas populares para las elecciones del 20-D a la que usted se suma como veterano ilustre?

-Parece una contradicción por el tiempo que yo llevo, pero creo que la política no es una profesión. Se está en ella cuando se puede aportar algo y hay que estar con la tranquilidad de que uno puede abandonarla sin que ello le altere su vida ni sus condiciones materiales. El presidente y los comités han decidido que hay que renovar el partido y que vamos a una nueva etapa.

-¿Cree que esta "nueva etapa" en el PP tiene que ver con el mal resultado en las elecciones municipales y autonómicas de mayo?

-No he estado nunca en la vida del partido: ni en el nacional, ni en el regional, ni en el provincial. Lo que sí he visto en esta candidatura es mucha ilusión.

-¿Y cómo interpreta ese descalabro en los últimos comicios?

-Esto no le ha ocurrido sólo al Partido Popular y en España. Cuando se pasa por una crisis económica como la de 2007 y uno se encuentra un país con una deuda privada de familias y empresas, no financiera, gigantesca, con un sector inmobiliario en caída libre, con una notable pérdida de competitividad. Y todo ello se traduce en caída de riqueza y empleo, un desequilibrio grande con el exterior y una pérdida de recaudación más que importante y un sector financiero que amenaza quiebra, hay que hacer unos enormes sacrificios. Y lo que es más importante: exigir sacrificios a la ciudadanía. Yo, como ministro de Exteriores, he tenido un presupuesto para Cooperación -que es la política que más me importa- que ha sido la quinta parte del que tenía mi antecesora socialista. Cuando a la gente le pides sacrificios, es obvio que la gente castiga al partido que se los pide. Hay una vieja regla, que es la maldición de Junker, por el presidente de la Comisión Europea, que dice: "Sabemos lo que tenemos que hacer; lo que no sabemos es lo que tenemos que hacer para que nos voten después de haber hecho lo que tenemos que hacer".

-¿Cree que los ciudadanos castigaron en las urnas al PP por la corrupción en las últimas elecciones municipales y autonómicas?

-Por supuesto. Absolutamente.

-¿Y no piensa que el PP actuó tarde y mal contra las "manzanas podridas" en su seno?

-No. El problema de la corrupción es que lo que no puedes es condenar sin que haya una decisión judicial. La presunción de inocencia es uno de los fundamentos del Estado de Derecho. Ha habido corrupción y hemos pedido perdón por ello. Sí destaco que no ha habido un solo Gobierno que haya sido tan firme en la lucha contra la corrupción como el del Partido Popular. Muchos de los que han sido imputados o investigados por casos de corrupción son militantes, dirigentes o altos dirigentes del PP y al Gobierno no le ha temblado el pulso cuando ha habido que exigir responsabilidades y luchar contra la corrupción. Y esos casos vienen de atrás; no conozco un caso de corrupción en el actual Ejecutivo ni en las actuales administraciones. Corrupción va a existir siempre porque está en la naturaleza humana. El problema es si se ponen los medios para reducirla a la mínima expresión, para que se detecte cuando se produzca y se castigue al que lo haya hecho. Y eso ya lo estamos haciendo. Pero es evidente que la corrupción nos ha perjudicado. Cuando a un ciudadano tú le estás pidiendo sacrificios en medio de una grave crisis, los comportamientos de este tipo escandalizan e irritan a todo el mundo. Y con muchísima razón.

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