Osama Abdul Moshen, el refugiado sirio conocido por sufrir la agresión de una periodista húngara y acogido en Getafe, tres meses después de su llegada a España, ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que agilice los trámites para traer a España a su familia, que vive una situación "límite".

En una rueda de prensa celebrada en la Ciudad Deportiva Villaverde, organizada por el Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe), que es donde trabaja, Osama Abdul ha expresado su frustración porque se le "ha negado" el visado a su mujer y dos de sus hijos y ve cada vez más lejos la posibilidad de reunirse con ellos en España.

Tras escapar de la guerra en Siria, Osama llegó el 17 de septiembre a España para comenzar una nueva vida. Viajó a Madrid desde Múnich acompañado de su hijo Zaid, de 7 años, y de otro hijo de 18 años, que se unió a ellos en Alemania, y obtuvo una autorización temporal de residencia por la vía rápida.

Actualmente, los tres residen en un piso de Getafe cuyo alquiler abona el Centro Nacional de Formación de Entrenadores con cargo a su fondo para la solidaridad.

Osama está contento en España, pero ha sufrido ataques de ansiedad porque está preocupado por su mujer y dos hijos que permanecen en Ankara (Turquía) en un piso alquilado que vence el 1 de enero y a los que lleva meses sin ver, pese a que el Gobierno "le prometió" traerlos al país.

Para que su familia pueda venir y conseguir el visado especial, la embajada de España en Turquía les exige una serie de documentos (certificado de antecedentes penales, pasaportes en vigor, libro de familia y certificados médicos) y que estén traducidos al castellano.

El problema es que estos documentos son "imposibles de conseguir", puesto que para obtenerlos habría que volver a Siria y Osama no puede hacerlo al estar "perseguido por el régimen".

El presidente de Cenafe, Miguel Ángel Galán, ha explicado que para entregar estos documentos en Beirut tenían diez días, los cuales ya han concluido, por lo que sólo pueden esperar a que les concedan el asilo.

Por ello ha exigido al Gobierno "que les faciliten las cosas" y no se pongan tantas trabas a los refugiados, pues hasta el momento la embajada española en Ankara "les ha tratado muy mal" y la "situación está al límite".

Ha criticado también que con el tirón mediático que tuvo Osama "todo el mundo se apuntó al carro pero las promesas para ayudar a su familia no se han cumplido".

La semana que viene, el refugiado sirio viajará a Turquía para visitar a su familia y ver su situación.

Osama ha pedido ayuda, ya en nombre de todos los refugiados sirios, porque están pasando situaciones muy difíciles y lo que quieren es poder reunirse con sus familias.