Cerca de un millón y medio de los españoles que votaron el pasado domingo al Congreso no lo hicieron al Senado, ocho veces más que en las elecciones generales de 2011.

Sin embargo, tanto el número de votos nulos como en blanco ha bajado ligeramente en el Senado respecto a las últimas generales, lo que indica un cambio en la forma de canalizar el rechazo de los electores hacia la Cámara alta.

Un total de 1.481.230 electores depositaron el domingo su voto en la urna del Congreso, pero no en la del Senado, frente a los 182.769 que hicieron lo mismo en 2011.

Otros 800.897 (3,22%) emitieron votos nulos frente a las 904.722 (3,70%) de hace cuatro años, mientras que 978.380 (4,07%) introdujeron el sobre vacío -voto en blanco-, por debajo del 1.264.947 (5,36%) de la anterior cita electoral.

Los principales partidos defendieron en sus programas electorales la reforma del Senado, aunque con diferente alcance. Todos, excepto C's, que directamente propone suprimirlo por "ineficaz", reivindican su papel como cámara territorial y apuestan por reforzar las competencias relacionadas con las comunidades autónomas.

El PP mantendrá la mayoría absoluta en esta cámara en la XI Legislatura al haber obtenido un total de 124 escaños de los 208 en juego, seguido del PSOE, con 47; Podemos, con nueve; y ERC, DiL y PNV, con seis cada uno.